Guatemala

Iglesia abre juicio al sacerdote Mario Orantes

El futuro eclesiástico del sacerdote Mario Orantes Nájera, quien el viernes último salió de prisión, está en manos de cinco clérigos que fueron nombrados ayer por el arzobispo metropolitano Óscar Julio Vian para juzgarlo por su supuesta complicidad en el asesinato de monseñor Juan José Gerardi, ocurrido el 26 de abril de 1998.

Mario Orantes  obtuvo la libertad anticipada.

Mario Orantes obtuvo la libertad anticipada.

Orantes fue condenado a 20 años de cárcel por ejecución extrajudicial en grado de complicidad en el 2002, y recobró su libertad de manera anticipada por redención de penas y después de haber cumplido la mitad de la sentencia.

David Noguera, vicario judicial, informó que él encabezará el Tribunal Eclesiástico, acompañado por los sacerdotes Pedro Martinello, Gustavo Paredes, Víctor Patzán y Érick Trujillo, para la investigación, y que se reunirán mañana para definir cuándo citarán a Orantes para interrogarlo.

Juicio de cuatro fases

De acuerdo con Noguera, no se puede precisar la duración de un juicio eclesiástico, ya que dependerá de la información con que se cuente, en un proceso de cuatro fases específicas: investigación, formación del tribunal, valoración de pruebas e interrogatorio y resolución.

La primera ya está avanzada, porque se apoyarán en el trabajo que hizo el Ministerio Público (MP). La segunda se concretó ayer, con la integración del Tribunal.

La tercera etapa consiste en la valoración de las pruebas y en el interrogatorio que se hará al sindicado, quien contará con un abogado defensor, que debe ser parte del clero.

Al finalizar la tercera fase, cada miembro del Tribunal votará en secreto. El resultado definirá si Orantes es culpable o inocente. Luego se redactará un informe que debe ser enviado al Vaticano, que determinará si el acusado es expulsado de la Iglesia, explicó Noguera.

José Toledo, abogado defensor de Orantes en el juicio penal, solicitó a la Iglesia que no integre un tribunal inquisidor y no use las pruebas del MP.

Agregó que la calidad de sacerdote no se la pueden quitar, y que deberán probarse los supuestos delitos.

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