¿Es frecuente el maltrato animal?
Sí es muy frecuente. Es más de lo que nos imaginamos, y la mayoría de los casos ocurren por ignorancia o negligencia.
Las personas llevan al animalito al veterinario cuando ya se está muriendo, cuando tiene moscas encima. Realmente no toman conciencia que se trata de un ser vivo y necesita alimentación, que necesita un espacio para jugar y comer.
A partir de la entrada en vigencia de la ley, ¿los animales de compañía, como perros y gatos, ya no deben estar encadenados?
Todo eso se debe corregir. Definitivamente si un perro pasa las 24 horas amarrado eso es maltrato. Si vamos a amarrar al perrito porque se va hacer limpieza o hay visitas no hay problema, pero si va a ser de toda la vida se violan los derechos básicos de ellos. Si el motivo de que el perro esté amarrado es por ser agresivo, porque ha atacado, es mejor buscar quién lo adopte o ponerlo a descansar, y si es porque adentro de la casa hace sus necesidades es mejor castrarlos.
¿Se va a permitir cortarle la cola y las orejas a los perros?
Lo que sucede es que hay razas como el pitbull al que se le cortan las orejas y cola porque son empleados para peleas, y justo en esas partes de su cuerpo los puede agarrar el otro perro, y otras personas lo hacen porque se ven bonitos. Ahora está prohibido.
Actualmente se hace por estética, pero si a un perro le lastimaron con la puerta la cola, bajo el criterio médico veterinario va a ser posible la amputación de la parte.
¿Dentro de la ley están incluidos el pollo, la gallina, el pato y el cerdo, entre otros animales?
Hay varias categorías en las que se pueden encasillar a los animales. Se ha tenido siempre que los animales domésticos son el cerdo, la vaca y el pato, pero en la ley sí se dividen como animales de compañía, de trabajo, y el pato, la gallina, la vaca, el conejo y el cerdo están dentro de los animales de consumo humano.
Aunque hay muchas personas que los tienen de compañía, el destino del animal es de alimento. Ahora hay unos cochitos que están de moda, pero al final son de consumo.
¿Cómo nace la iniciativa para proteger a los animales?
Empezó como una idea por parte de Humane Society International. En ese entonces yo trabajaba con ellos y se buscó apoyo del Ministerio de Agricultura y de la Universidad de San Carlos. Con la universidad se hizo una comisión de trabajo integrada por docentes, representantes del ministerio, del Colegio de Médicos Veterinarios y Zootecnistas y como parte de Humane estaba yo. El documento fue enriquecido y luego se unificó en dos propuestas de oenegés y apoyadas por diputados.
¿Cuánto duró todo el trabajo hasta llegar a convertirse en decreto?
Hasta hoy toda la discusión tardó dos años y medio en volverse ley.
¿Qué la motivó a trabajar en la iniciativa?
Trabajaba en mi clínica cuando fui contactada, y definitivamente me motivó la realidad a la que he estado expuesta en mi clínica al ver cuántos casos hay de maltrato animal, consciente y también por negligencia o ignorancia de las personas que desconocen las necesidades y derechos que tienen sus mascotas.
Cuando me propusieron el tema me impactó, porque era una forma de contribuir mucho más para el beneficio de los animales por medio de una ley que estando detrás de un escritorio viendo a un paciente.