Muchas personas se mueven en un ir y venir de lugares más lejanos. Las áreas públicas entendidas como calles, arterias, calzadas, paseos, parques, banquetas, bosques y otras necesarias para la adecuada convivencia, son cada vez menos y en muchos casos ausentes.
La reflexión del pasado, el presente y el futuro se hace necesario para comprender la gravedad y la urgencia de abordar esta problemática.
Urbanización
La historia de la urbanización puede dividirse en tres períodos, el primero comenzó cuando se fundaron las primeras ciudades con el inicio de la agricultura y la domesticación de las plantas y los animales alrededor del año 10 mil A.C. y continuó hasta el año 1800 aproximadamente.
El segundo inicia en este último año cuando las tasas de crecimiento de la población urbana comenzó a aumentar con más rapidez y duró hasta el año 2010 cuando el 50% de la población mundial vivía en ciudades y las tasas de crecimiento de la población urbana ya estaban declinando en todas las regiones.
El tercer período ya ha comenzado en algunos países en lo que la proporción de la población urbana respecto de la población total ya no está aumentando.
Este período durará hasta que el proyecto de urbanización se detenga, posiblemente a finales de este siglo. Para ese entonces, se espera que entre el 75% y 85% de la población mundial haya llegado a entre 9 mil y 11 mil millones de personas.
Los historiadores económicos consideran que varios factores acentuaron este cambio, las innovaciones tecnológicas basadas en el intercambio de nuevas ideas científicas; las economías de escala en la manufactura; la especialización organizada; la facilidad de acceso a los mercados de bienes y trabajo en las ciudades, y un comercio expandido gracias a una mejor conexión entre las ciudades. Estos factores incrementaron la productividad y los salarios en las ciudades, creando una diferencia salarial con el campo, atrayendo así a los campesinos a las ciudades.
Estos cambios económicos se dieron de la mano con otras transformaciones, como las mejoras en la salud pública, un declive consciente de la fertilidad y un mayor énfasis en la educación y la formación, que llevo a mayores ingresos per cápita.
Esto implica la imperativa necesidad de que se tomen medidas estrictas en cuanto a la movilidad de personas, vehículos y mercadería.
La propuesta de las obras públicas es urgente por lo que debe asignarse una cantidad adecuada de tierras para obras públicas en la periferia urbana, en las zonas donde es más probable que ocurra la expansión urbana. Dicha cantidad debería ser aproximadamente una tercera parte del área total de la tierra y debería reservarse antes de que ocurra el desarrollo urbano. Estos terrenos deberían protegerse de la urbanización por parte de empresarios, urbanizadores informales o invasores.
Shlomo Angel en su libro Planeta de Ciudades, plantea el Paradigma de la Creación de Espacio basado en cuatro suposiciones para tratar la expansión urbana de manera sensible y realista y son:
1. La proposición de la expansión inevitable. No es posible contener la expansión de las ciudades que resulta del crecimiento de la población urbana. En vez de ello debemos crear el espacio adecuado para acomodarla.
2. La proposición de las densidades sostenibles. Las densidades de las ciudades deben permanecer dentro de un rango sostenible. Si la densidad es muy baja, debe permitirse que aumente, y si es muy alta, debe permitirse que disminuya.
3. La proposición de las viviendas dignas. Contener de manera estricta la expansión urbana destruye las viviendas de los pobres y deja fuera del alcance de la mayoría el acceso a nuevas viviendas. Solamente es posible garantizar una vivienda digna para todos si hay una oferta amplia de tierras urbanas y
4. La proposición de las obras públicas. A medida que las ciudades se expanden, es necesario reservar, antes de que ocurra el desarrollo, las tierras necesarias para las calles, las redes de servicios públicos y los espacios públicos abiertos.
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