El espiritu hispa?nico trasplantado al continente americano era diferente, aunque se sabe que en la e?poca colonial hasta los frailes se tomaban sus licencias. Por ejemplo, en el siglo XVII se censuro? a los religiosos de San Agusti?n, en la ciudad de Santiago de Guatemala, hoy Antigua, por permitir que se ofrecieran especta?culos teatrales en el claustro del convento, ya que su patio permiti?a la acomodacio?n de los espectadores.
Sin embargo, el carnaval es una fiesta que, a pesar de disfrutarse en muchos lugares, no ha permitido el desarrollo de complejas tradiciones en el territorio guatemalteco. Solamente en un lugar del pai?s ha dejado un cara?cter que cobra dimensiones especiales, en el que participa gran parte de la poblacio?n y que reu?ne a numerosos visitantes.
En la Tierra del Venado
En Mazatenango, una ciudad a la que se llega despue?s de tres horas de viaje desde la capital, se celebra la fiesta del carnaval como principal festividad local desde hace ma?s de una centuria.
Era la época de los gobiernos liberales, en la que se trataban de eliminar las costumbres cato?licas, conforme al pensamiento del positivismo que imperaba a fines del siglo XIX.
Durante los an?os del peri?odo hispa?nico en Mazatenango, como en todos los dema?s lugares de la regio?n, se celebraba en la iglesia parroquial la festividad de San Bartolome?, patrono del pueblo.
El di?a dedicado a San Bartolome? es el 24 de agosto, precisamente durante la estacio?n lluviosa, que tan generosamente ban?a el territorio. Para las autoridades del siglo XIX ese di?a ya no significaba nada y, adema?s, no permiti?a regocijos populares, en los que se destacaban las virtudes, reales o propagandi?sticas, de los gobernantes.
Adema?s, en Mazatenango se celebraba otra fiesta, la de la Virgen de Candelaria, con la que culminaban el ciclo de las celebraciones naviden?as yen la que se acostumbra llevar velas bendecidas en el templo para el nacimiento.
No obstante, tampoco satisfaci?a los intereses seglares de las autoridades, por eso, por medio del Acuerdo Gubernativo del 8 de julio de 1885 se determino? que la fiesta oficial de la poblacio?n seri?a, en adelante, la del carnaval, una festividad precristiana por excelencia.
Al parecer, desde sus inicios gozo? de la aprobacio?n de los pobladores, ya que en los primeros an?os se celebraba en la plaza de la poblacio?n y, un poco despue?s, en 1925, ya ocupaba toda una avenida, La Libertad, y otras calles del lugar.
Cinco an?os ma?s tarde, en 1930, el carnaval fue trasladado a otro espacio fi?sico, donde se pudiera albergar a los concurrentes. Para ello se selecciono? el Campo de Marte, en el canto?n Santa Cristina. Este predio lo ocupa en la actualidad la terminal de buses y un mercado.
Ya en la de?cada de? 1930 todas las fiestas se concentraron en el carnaval y, el 27 de enero de 1937, la fiesta quedo? establecida como Feria Departamental.
Las celebraciones inclui?an las corridas de toros, en una regio?n con importantes inversiones ganaderas. De tal manera que, en la plaza de Mazatenango, se levantaba una barrera para que el pu?blico pudiera apreciar la fiesta brava sin riesgos, especialmente las autoridades, quienes se instalaban en el piso alto del antiguo edificio de la Municipalidad.
Es comu?n escuchar las narraciones de personas de edad que cuentan que en esos an?os, los toreros eran jo?venes voluntarios que se luci?an ante las muchachas que asisti?an al especta?culo.
Nuevos si?mbolos
A pesar de su corte secular, el carnaval es parte del ciclo religioso de la Cuaresma y Semana Santa, que tanto arraigo tiene entre los pobladores del pai?s.
Por esa razo?n, se justifico? la celebracio?n del carnaval con una tradicio?n que cuentan los ancianos del lugar. Segu?n el relato, una imagen de la Virgen Mari?a aparecio? a a orilla de un pozo en San Lorenzo Suchitepe?quez.
El hecho prodigioso motivo? a los lugaren?os a trasladar la imagen a Mazatenango, donde fue proclamada la “milagrosa patrona de la ciudad”. Pero la imagen fue devuelta a su lugar de origen. Probablemente fue una narracio?n simbo?lica que dio sentido a la sustitucio?n de un festival religioso por otro que, aunque profano, tiene cabida en el ciclo sagrado del cristianismo popular.
Disfraces, carrozas y más
Con el paso de los an?os, el carnaval fue adquiriendo mayor importancia local y regional, tomando el nombre de Internacional Feria del Carnaval Mazateco, ya que la ciudad es visitada por comerciantes mexicanos gracias a su proximidad a la frontera.
En la actualidad se trata que las presentaciones culturales, tradiciones folclo?ricas y costumbres religiosas tengan un lugar preferente dentro de las celebraciones carnavalescas, aunque la juventud disfruta mucho de los disfraces y carrozas que realizan artesanos locales y de otros lugares, en especial de la ciudad capital.
Otro de los aspectos que divierten al espectador es la eleccio?n del Rey Feo, tan caracteri?stica de las situaciones bufas y que se ha establecido en la cultura popular. Adema?s, se continu?a con tradiciones muy an?ejas como la eleccio?n de sen?oritas que simbolicen la belleza mazateca, como la Reina del Carnaval, de los Juegos Florales, Indi?gena, Infantil y Sen?orita Mazatenango.