Los familiares, residentes del caserío Ajuixes, aldea Cerro Alto, San Juan Sacatepéquez, fueron contactados por el secuestrador de los menores el viernes pasado cuando se dirigían a la escuela y les exigía Q1 millón, aunque son personas de escasos recursos y se dedican a la elaboración de canastos.
El 13 de febrero pasado, la comunidad le dio el último adiós a los menores que eran alumnos de tercero y cuarto primaria en la escuela de su comunidad, Ajvix, San Juan Sacatepéquez.
Los niños fueron secuestrados el viernes último por personas que conducían un automóvil negro, cuando los niños caminaban al centro escolar.
Vecinos encontraron los cuerpos entre costales en un camino que de San Juan Sacatepéquez comunica con San Raymundo.
La comunidad repudió la violencia contra los menores y aseguraron que es un lugar tranquilo donde ese tipo de violencia no había ocurrido.
Toda la población está de luto, con temor por los niños pequeños. Las familias de Óscar y Carlos siguen sin creer lo que le ocurrió a sus hijos, y le piden a Dios “que se encargue de los que hicieron el daño”.