Consultada la fiscal General, Thelma Aldana, manifestó desconocer el paradero de la peluca y el teléfono celular de la magistrada Stalling.
La cadena de custodia
El hecho que la peluca no aparezca, dicen abogados consultados por Prensa Libre, es una falla en el resguardo de la evidencia.
“Aunque sea la evidencia más irrelevante, eso lo define el juez, no el fiscal, ni el policía, por lo tanto debe resguardarse todo”, explica el penalista Estuardo Oliva.
El problema de fondo es que no hay un protocolo definido en la antesala del procedimiento de ejecutar una orden de captura. “La pérdida de la peluca pone de manifiesto la improvisación”, señala Oliva.
“Si el Ministerio Público o la PNC dice que la detenida tenía peluca, debe presentarla. Si no aparece, no existe en el universo jurídico, por lo tanto, no puede alegarse ni presumirse, ni siquiera mencionarse”, resume el abogado César Calderón.
La peluca no es determinante, puede utilizarla cualquier persona. Si estaba en la calle, entonces la sindicada no se escondía, estaba en una tienda y esto puede favorecerla, en lugar de perjudicarla, analiza el defensor.
“Si esa peluca apareciera con posterioridad tampoco tendría valor porque no existió en la cadena de custodia. Debieron haberla embalado”, expone Calderón, quien coincide con Oliva en que tanto la Policía como el MP tienen el adiestramiento necesario para fortalecer la cadena de custodia.
“Es lamentable que no podamos ver una vez más la peluca”, bromea el penalista David Pineda, que luego añade: “Es relevante –la peluca- si la fiscalía asegura en el juzgado que Stalling fue capturada con una peluca porque entonces tienen que probarlo, especialmente si intentan sustentar que ella obstruía su captura al usarla”, agrega.
El abogado Wilve Salazar difiere si era necesaria una cadena de custodia para la peluca, si es que esta no es parte de los indicios por los que Stalling fue capturada.
“Para acreditar el peligro de fuga, si llevaba o no peluca, creo que no es un elemento fundamental. Lo relevante es si se encontraba o no en su casa o en los hospitales en donde aseguró que se hallaba. Una peluca no prueba la intención de fugarse”, opina.