“Hay jornadas laborales de 40 horas y las hay inferiores, y esos lugares de trabajo no fueron ni menos productivos ni menos rentables” , señaló Castillo en una entrevista con el diario uruguayo El Observador.
“No hablo de reducir las 8 horas diarias a 6, hablo de reducir la jornada semanal. En la construcción ya se aprobó y se están trabajando menos de 48 horas, y en algunos sectores de la bebida ya se trabaja menos de 44 horas” , añadió.
Castillo, integrante del Partido Comunista dentro del FA, habló de entablar una “una discusión civilizada” y que empresarios, sindicatos y el propio Estado tomen parte en el asunto para facilitar el éxito de la iniciativa.
Así, dijo que cuando en una negociación colectiva no sea posible aumentar el salario mensual del trabajado se podría suplir con una reducción de horas de trabajo semanales.
“Creo que hay que tener por lo menos iniciativa, innovar, y desde el punto de vista de las relaciones laborales no hay que dar ninguna batalla por perdida” , comentó.
La propuesta de reducir la jornada y mantener el sueldo fue planteada durante la pasada campaña electoral por el sindicato PIT-CNT, al que pertenece Castillo, y se limitaría, en principio, a sólo algunos sectores industriales.
Por su parte, la patronal se opone a esta iniciativa porque, en su opinión, reducir el número de horas semanales de trabajo y mantener el mismo sueldo representaría una pérdida de productividad.
“Uruguay tiene uno de los índices más bajos de productividad, encima vamos a reducir la jornada laboral?” , dijo el presidente de la Cámara de Comercio, Carlos Perera, al diario El Observador.