A criterio de Briet, miembro de la junta directiva de la Sociedad Internacional de Especialistas en Sexología, los mitos acerca de los alimentos afrodisiacos están basados en la idea de que ciertos nutrientes, como las vitaminas o algunos minerales, pueden reforzar o estimular la función o el deseo sexual.
Vino
Las bebidas alcohólicas tienen dos efectos sobre el organismo. A criterio de Briet, la ingestión moderada —una o dos copas— de vino tiene propiedades desinhibidoras, lo que ayuda a que las personas se relajen y estén menos tensas al momento de la intimidad. “Sin embargo, si se consume en grandes cantidades puede bloquear la erección y afectar el rendimiento sexual”, dice.
En decir, no hay relación directa entre beber vino y la sensación de placer íntimo.
Chocolate
Los postres y dulces derivados del cacao estimulan el paladar y, dependiendo de las cantidades de azúcar, pueden dar energía si la persona está cansada. “El error es creer que este alimento servirá para mejorar el acto sexual. De hecho, tiene más sentido si se come chocolate luego del acto íntimo”, explica Briet.
Mariscos
Muchas personas han afirmado que las ostras y los camarones aumentan la potencia sexual masculina, algo que no es cierto, puesto que no contienen ningún nutriente para este fin, han dicho investigadores. Estos alimentos son bajos en grasas saturadas y aportan principalmente vitamina B y calcio.
Lo cierto es que si una persona tiene obesidad y sobrepeso, el aumenta el consumo de mariscos, en lugar de carnes rojas, puede ayudar a bajar de peso, y en consecuencia, tener un mejor desempeño sexual. “Pero esto no está ligado al alimento, sino al mejoramiento de la condición física”, dice Briet.
Especias
Por muchos años se ha pensado que el olor de la canela o de la vainilla, entre otras especias, es un potente afrodisiaco, pero no hay pruebas científicas que respalden esta creencia popular. “Estos aromas solo mejoran el entorno y dan una sensación más agradable en el espacio donde se encuentra la pareja”, expone el sexólogo.
Consejos
De acuerdo con Briet, para mejorar la vida íntima se debe reducir el estrés diario. “Las personas tensas no solo se sienten demasiado ocupadas como para tener sexo, sino que el estrés también aumenta la cantidad de cortisol en el organismo, lo que baja la producción de testosterona —responsable del deseo íntimo en hombres y mujeres—”, concluye.
Efecto placebo
El sexólogo Vicente Briet opina que en los afrodisiacos influye mucho el efecto placebo —fenómeno por el cual los síntomas de un paciente pueden mejorar con una sustancia inocua—. “La sugestión es muy poderosa en nuestro cuerpo. Varios estudios demuestran que el efecto placebo supera con creces al potencial efecto de muchas sustancias”, enfatiza.
En ese sentido, el experto recuerda que el cerebro es el órgano más potente para estimular el deseo sexual.