“Hasta el final estuvo activa”, declaró su agente, Anne Alvares Correa, que recordó que en marzo se estrenará su última película, “París Pieds Nus”, de Fiona Gordon y Dominique Abel.
“Emmanuelle Riva era una mujer conmovedora, una artista de una rara exigencia. Se va una voz inolvidable. Una voz habitada por el amor de las palabras y de la poesía”, declaró por su parte Frédérique Bredin, presidenta del Centro Nacional del Cine y de la Imagen Animada (CNC) de Francia.
Las dos películas que marcaron su filmografía se sitúan al comienzo y al final de su carrera como actriz. La primera fue Hiroshima mon amour, de Alain Resnais, en 1959, y la segunda Amour, de Michael Haneke, en 2012.
Hiroshima mon amour narra una historia de amor entre una artista francesa y un arquitecto japonés con escenario de Hiroshima, la ciudad devastada por el primer ataque atómico de la historia.
Tres años después Riva logrará el premio de interpretación en la Mostra de Venecia por su papel “Thérèse Desqueyroux”, una envenenadora.
Con su papel en Amour fue galardonada con el César de la mejor actriz. En ese filme ella interpretaba a una mujer muy enferma que se encamina hacia su muerte en medio de grandes sufrimientos, compartidos por su esposo, protagonizado por Jean-Louis Trintignan.