Según este diario, se hallaba junto a su hijo de 4 años cuando fue detenido en una operación en la que el sospechoso no resultó herido.
Junto a Masharipov fueron detenidos otras cuatro personas, tres de ellas mujeres y un hombre kirguizo, señala Anadolu.
personas murieron durante la madrugada del Año Nuevo en la discoteca Reina de Estambul.
La cadena NTV ha emitido imágenes que muestran cómo un grupo de policías, todos de paisano, llevan al sospechoso esposado, y agarrado por cuello y brazos, por una calle para introducirlo en un coche y trasladarlo luego a un lugar donde esperan vehículos policiales.
Esa cadena asegura que el supuesto terrorista fue detenido en la casa de un amigo kirguizo, a la que había llegado hace tres días.
NTV muestra también una fotografía en la que se ve al sospechoso agarrado por el cuello y con marcas de golpes en la cara y sangre derramada sobre su camiseta.
El detenido ha sido llevado a la comisaría central de Vatan en Estambul mientras prosiguen otras operaciones policiales simultáneas contra otras células de la misma red, informa Anadolu.
Según filtraciones aparecidos en la prensa la semana pasada, Masharipov era de origen uzbeco, si bien el Gobierno turco apuntó que posiblemente perteneciera a la etnia túrquica uigur en China y que habría llegado a Turquía desde Kirguizistán.
El atentado, ejecutado con un arma automática con la que el terrorista ametralló a los asistentes al club Reina, fue reivindicado por el grupo Estado Islámico.
Tras 17 días de pesquisas, la policía asaltó una vivienda en el barrio periférico de Esenyurt en Estambul, donde detuvo al presunto autor, Abdulkadir Masharipov, junto a un ciudadano iraquí y a tres mujeres de diferentes países africanos.
El gobernador de Estambul, Vasip Sahin, confirmó hoy ante la prensa que Masharipov es ciudadano uzbeko, nacido en 1983, y que “hay muchos indicios” de que entró de forma ilegal en Turquía en enero de 2016 a través de la frontera oriental.
“Al menos está claro que el atentado se cometió en nombre del Estado Islámico” agregó Sahin en declaraciones recogidas por la agencia semipública Anadolu.
Según el gobernador, el detenido ya ha reconocido la autoría de la masacre, cometida en la conocida discoteca Reina.
Las huellas dactilares recogidas en ese lugar coinciden con las de Masharipov, quien al ser detenido en una vivienda tenía consigo dos pistolas, una de ellas de aire comprimido, 197.000 dólares, dos drones y diversas tarjetas telefónicas.
Sahin confirmó que el uzbeko no usó las armas al ser detenido y que no hubo tiroteo.
Las fotografías distribuidas por numerosos medios turcos justo después de la detención mostraban al detenido con moratones en la cara y manchas de sangre en su ropa, y según el diario “H rriyet” Masharipov se había “resistido” a la detención.
El periódico asegura que las tres mujeres en la casa eran de Egipto, Somalia y Senegal, y tenían entre 26 y 27 años.
Según “H rriyet” , que cita a fuentes policiales anónimas, el detenido, que habla ruso, árabe, turco, chino y uzbeko, se había entrenado durante dos años en Afganistán y Pakistán.
“Es un terrorista muy bien formado” , confirmó Sahin, quien desmintió las informaciones aparecidas en la prensa turca según las cuales durante la operación también se hallaba en casa el hijo de Masharipov, de cuatro años de edad.
“La hija estaba con la madre, y creíamos que el hijo varón estaba con él, pero durante esta operación nocturna no estaba allí” , dijo el gobernador de Estambul.
El supuesto terrorista vivía primero en Konya, ciudad en Anatolia central, y el 16 de diciembre se trasladó a Estambul para cometer dos semanas más tarde el atentado en el club Reina, uno de los locales de ocio más famosos y más caros de la ciudad, donde antes de entrar mató a un vigilante en la puerta.
Durante varios minutos, el atacante ametralló a los asistentes con un arma automática que finalmente abandonó en el lugar para salir por una puerta trasera y alejarse en taxi del lugar, realizando una llamada telefónica con el móvil del taxista.
Unos 2.000 agentes de la policía turca observaron más de 7.000 horas de grabaciones de vídeo para rastrear al terrorista y detuvieron a 50 personas durante registros en 152 diferentes casas, detalló Sahin los esfuerzos policiales.
Masharipov cambiaba de casa cada pocos días, y aunque la policía observaba desde hacía tres días la vivienda, esta misma madrugada asaltó de forma simultánea cinco diferentes pisos, encontrando al sospechoso en uno de ellos, explicó el gobernador.
El enorme trabajo policial -“como cavar un pozo con una aguja” – dificultó los movimientos del sospechoso y probablemente impidió que huyera de Turquía, consideró Sahin.
Agregó que “por supuesto” el terrorista contaba con personas que le ayudaron para perpetrar el ataque, pero rehusó dar más detalles y señaló que aún continúa el interrogatorio del detenido.