Además, en zonas selváticas del estado fueron hallados monos muertos, un indicativo de que el virus transmitido por mosquitos silvestres (Haemagogus y Sabethes) podría estar circulando por esta área, donde viven dos millones de personas, informó a la AFP una asesor del Ministerio de Salud brasileño.
“Son las primeras señales de que podrían estar ocurriendo casos de fiebre amarilla, pero hasta el momento no tenemos confirmación ni de humanos ni de monos muertos por fiebre amarilla” , dijo el asesor al apuntar que se están realizado los exámenes a esas 30 personas fallecidas y al centenar de potenciales infectados.
La situación “no es usual” , destacó.
El ministerio envió dos equipos a la región conocida como “El valle del acero” , por su producción siderúrgica, y lanzó una campaña de vacunación contrarreloj.
El decreto del estado, por su lado, autoriza la adquisición de insumos y materiales para atender la “situación de emergencia” durante 180 días.
La fiebre amarilla es una enfermedad infecciosa grave provocada por un virus que genera temperaturas altas, escalofríos, cansancio, dolor de cabeza y muscular y que suele estar acompañada de náuseas y vómitos.
Los casos agudos son raros y derivan en una insuficiencia renal y hepática, ictericia -ojos y piel amarillenta- y hemorragias, según detalla la cartera de salud de Minas Gerais en un “hotsite” de internet lanzado especialmente por el brote.
Con casi 21 millones de habitantes, Minas Gerais registró su último caso autóctono de fiebre amarilla en áreas silvestres en el 2009.
Y, en todo Brasil, no hay episodios urbanos desde 1942.
Pero la aparición del virus en regiones rurales conlleva el riesgo de que “al contraer la dolencia, la persona puede volverse fuente de infección para el mosquito Aedes aegypti, que es el mismo que transmite Dengue, Zika y Chikungunya en las ciudades” , advierte el ministerio de Salud.