“El bullying ocurre cuando una niña o niño sufre de forma reiterada un acoso físico o bien psicológico, en el segundo caso en persona o también a través de las redes sociales o con las nuevas tecnológicas”, explica la psicóloga clínica Margarita García Marqués, especializada en abusos infantiles.
Este atropello suele suceder por lo general en las clases y en los patios del centro educativo, de acuerdo con García Marqués, quien además asegura que la forma más frecuente de acoso escolar es el psicológico o emocional, consistente en que el niño o niña sea humillado, ridiculizado o excluido por otro o por un grupo, cuando hay testigos que lo consienten e incluso lo fomentan.
“El principal indicio de bullying que pueden advertir los padres en sus hijos suele ser la resistencia o negación del menor a ir al colegio, así como que experimente problemas de diarreas, cólicos o dolores de cabeza cuando llega el lunes por la mañana ”, destaca García Marqués.
Consultada sobre qué deben preguntarle los padres a su hijo si detectan indicios de que estaría sufriendo acoso escolar, la profesional aconseja: “Hay que comenzar a hablar al niño de todo lo que está bien y de aquello que no”.
La psicóloga pone un ejemplo de cómo aplicar esta técnica, la que consiste en preguntarle al niño “¿Por qué los viernes te sientes muy bien, y sin embargo el domingo por la noche últimamente te empiezas a poner enfermo? ¿Quieres contarme lo que te pasa?”.
Otra forma de indagar al niño es: “Sabes, tengo la sensación de que algo difícil te debe de estar pasando los lunes por la mañana. ¿Te das cuenta de que siempre enfermas, tienes diarrea o te sube la fiebre en ese momento? ¿Quieres contarme lo que está pasando en el colegio? Me gustaría que entre los dos buscáramos una buena solución a lo que sea que está sucediendo”.
Si las respuestas del hijo confirman o sugieren con firmeza que está siendo acosado, García Marqués recomienda a los padres que hablen de inmediato sobre esta situación con las autoridades de la institución, con sus profesores y con el director.
“Si el menor está sufriendo psicológicamente, hay que llevarlo con algún especialista en acoso para que le ayude a fomentar su autoestima y para que aprenda estrategias para protegerse”, señala.
Para García Marqués, “lo ideal sería que se pudiera trabajar el caso de bullying con la colaboración de un psicólogo y conjuntamente con la escuela, en la clase, con la presencia del menor acosado, del acosador o los acosadores, del grupo de quienes habitualmente observan el acoso en silencio”.
“Los padres del niño puede informarse o buscar un psicólogo especializado para que les proporcione las pautas para trabajar con su hija o hijo”, señala García Marqués, haciendo especial hincapié en que nunca deben tratar a su hijo como una víctima ni decirle que es un cobarde, y siempre deben enfocarse en ayudarle, dándole herramientas para superar lo ocurrido.
Consejos
- Los padres de familia tienen que hablar cada día con sus hijos, tomarse el tiempo necesario para escucharlos y observarlos, enterarse de los pormenores de sus actividades y sentimientos.
- Tienen también que expresarles el amor que sienten por ellos.
- Hacer que el hijo o hija sepa que sus padres los apoyan, alabando su franqueza, ya que los niños tienden a sentirse culpables de los abusos que sufren y hay que quitarles ese peso de encima.