No se sabe a qué se debe esto, pero una teoría es que el aceite de pescado reduce la inflamación, la cual puede estrechar las vías respiratorias.
Los investigadores de la Universidad de Copenhague, en Dinamarca, realizaron una prueba al asignar a unas 700 mujeres la toma diaria de 2.4 gramos de un suplemento que tenía dos tipos de aceite de pescado, o pastillas parecidas al aceite de oliva, en el tercer trimestre de su embarazo, cuando los pulmones de los bebés están madurando.
Ninguna de las madres ni los investigadores supo lo que las mujeres estaban tomando sino hasta tres años después. Los científicos se enteraron hasta que los niños cumplieron 5 años.
Las mamás registraron la cantidad de ataques de problemas pulmonares que tuvieron sus hijos y duraron al menos tres días. A esto se le llamó problema respiratorio hasta que los niños tuvieron 3 años y después se le calificó de asma.
El resultado: 17 por ciento de los niños cuyas madres tomaron aceite de pescado desarrollaron problemas para respirar al cumplir 5 años, en comparación con el 24 por ciento del otro grupo, una reducción de riesgo de alrededor de un tercio. También hubo menos casos de bronquitis, neumonía y otras infecciones parecidas en el primer grupo.
Sin embargo, casi toda la disminución del riesgo ocurrió en niños cuyas madres tenían bajos niveles de omega-3 en la sangre al comienzo del estudio.