Se cree que Michael falleció debido a un fallo cardíaco y se ha descartado hasta la fecha que haya habido alguna circunstancia “sospechosa” en su muerte.
“Como con todos los decesos en las que la causa del fallecimiento no es clara de forma inmediata, se practicará una autopsia a su debido tiempo a fin de confirmarse el motivo”, señaló el jueves un portavoz de la oficina del médico forense en Oxfordshire.
Como es habitual en el Reino Unido, las autopsias no necesariamente se llevan a cabo de manera inmediata tras producirse un fallecimiento y, de hecho, pueden pasar varios días -en los cuales el cuerpo permanece en cámaras especiales- antes de que se practiquen los exámenes forenses.
Esa misma fuente agregó que la información que se obtenga de la autopsia es requerida “antes de que el forense pueda decidir si es necesario abrir una investigación forense” ya que si “se confirma la causa natural, no habrá necesidad”.
“Todo esto va en la línea con los procedimientos habituales y no implica que actualmente exista ninguna razón para creer que la causa del fallecimiento sea de alguna manera sospechosa”, aclaró.