“Confío en esta visión porque confío en que si me hubiera presentado otra vez, habría movilizado a la mayoría del pueblo estadounidense para sumarse a ella”, afirmó Obama, quien entrega el poder el 20 enero del 2017.
“Tras las elecciones y la victoria de Trump, muchos insinuaron que, en cierta forma, no era más que un sueño (…) Pero la cultura ha cambiado, y la mayoría adhiere a la noción de una América única, tolerante, diversa, abierta y llena de energía y de dinamismo”, afirmó.
Pero Trump rechazó totalmente las suposiciones de Obama.
President Obama campaigned hard (and personally) in the very important swing states, and lost.The voters wanted to MAKE AMERICA GREAT AGAIN!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) December 27, 2016
President Obama said that he thinks he would have won against me. He should say that but I say NO WAY! – jobs leaving, ISIS, OCare, etc.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) December 26, 2016
“El presidente Obama dijo que cree que podría haberme ganado. Debía decir eso pero yo digo ¡DE NINGUNA MANERA! – abandono de empleos, ISIS [Estado Islámico], OCare [ley de cobertura sanitaria Obamacare], etc..”, manifestó en Twitter, su plataforma favorita para compartir lo que piensa.
Obama se mostró filosófico y algo triste acerca de la derrota de los demócratas en las elecciones presidenciales de noviembre en las que, contrariamente a la mayoría de las previsiones, Trump se impuso a Hillary Clinton.
El presidente recordó que el Partido Demócrata ganó el voto popular, pero lamentó que “no tenemos una buena distribución de la población” de electores demócratas, con “un millón de votos desperdiciados en Brooklyn”, en Nueva York.
De ahí derivan sus prioridades a largo plazo: ayudar a “construir la próxima generación de dirigentes, de organizadores, de periodistas, de políticos. Les he visto en Estados Unidos y les he visto en todo el mundo”.
“Quiero utilizar mi corazón presidencial como mecanismo para desarrollar la próxima generación de talentos”, señaló.
El dirigente anunció que a corto pazo, luego de su marcha de la Casa Blanca el próximo 20 de enero, sus intenciones son dormir, llevar a su mujer de vacaciones y escribir.
“Necesito estar tranquilo un tiempo. No quiero decir políticamente, sino interiormente (…) Hay que sincronizarse con uno mismo y absorber lo que ha pasado antes de tomar buenas decisiones”, explicó.
Pero por ahora no se plantea involucrarse en la política diaria, lo que “inhibiría el desarrollo de nuevas voces”.
“Sigo siendo un ciudadano, lo que implica derechos y obligaciones”, afirmó el mandatario, sin descartar la posibilidad de intervenir en caso de “problemas sobre los fundamentos de nuestra democracia”.