Las represalias israelíes contra los países que votaron la condena en el Consejo de Seguridad de la ONU ya comenzaron a aplicarse.
Israel llamó a sus embajadores en Nueva Zelanda y Senegal.
Según subrayó, se trata de una restricción, no de una congelación de las relaciones. La decisión afectará entre otros al contacto con embajadas extranjeras en Israel y viajes y visitas a los países afectados o desde éstos. Además, se ha informado a Angola del cese del programa de ayudas israelí.
El viernes último, el Consejo de Seguridad de la ONU votó a favor de detener totalmente los asentamientos en los territorios palestinos ocupados, incluido Jerusalén Este.
A favor votaron 14 países: China, Francia, Rusia, Reino Unido, España, Angola, Egipto, Japón, Malasia, Nueva Zelanda, Senegal, Ucrania, Uruguay y Venezuela. Estados Unidos renunció a su derecho a veto y se abstuvo.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, condenó la resolución calificándola de “vergonzante y antiisraelí” y acusó al presidente estadounidense, Barack Obama, de ser el instigador de la misma.
Israel planifica más asentamientos
El presidente palestino, Mahmud Abás, dijo el martes que confía en que la próxima conferencia sobre Medio Oriente en Francia establezca un calendario para poner fin a los asentamientos israelíes, mientras Israel seguía adelante con las construcción de miles de nuevas viviendas en zonas de Jerusalén reclamadas por los palestinos, pese a la reciente resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que condenó los asentamientos en la zona.
Las reacciones llegaban apenas días después de que Estados Unidos rompiera con su práctica habitual y permitiera al Consejo de Seguridad condenar los asentamientos israelíes en Cisjordania y Jerusalén Este como una “violación flagrante” del derecho internacional.
Abás hacía sus primeras declaraciones públicas desde la votación en la ONU.
“La decisión sienta las bases para cualquier negociación seria en el futuro… y allana el camino para la conferencia internacional de paz que prevista en París el mes que viene, y esperamos que esta conferencia dé con un mecanismo y un calendario para poner fin a la ocupación” , dijo Abás en una reunión de su partido Fatá. La resolución, afirmó, “demuestra que el mundo rechaza los asentamientos, ya que son ilegales, en nuestra tierra ocupada, incluido Jerusalén Este” .
Francia acoge una conferencia el 15 de enero, días antes de que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, abandone el cargo. Docenas de países podrían apoyar en la reunión una hoja de ruta para un acuerdo de paz entre Israel y los palestinos. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, rechaza con firmeza esa estrategia y afirma que socava el proceso de negociación.
Netanyahu ha pedido varias veces a Abás que se reúnan en conversaciones directas sin precondiciones. El líder palestino ha rechazado hacerlo a menos que se detenga la construcción de asentamientos.
Los palestinos reclaman Cisjordania, al igual que Jerusalén Este —donde hay lugares sagrados para judíos, musulmanes y cristianos—, como partes de un estado futuro. Israel afirma que la cuestión de los asentamientos, al igual que otros temas clave como la seguridad, debe resolverse en conversaciones de paz.
Pese a la resolución de la ONU contra los asentamientos, la autoridad municipal de Jerusalén tiene previsto aprobar esta semana la construcción de nuevos bloques de viviendas en la zona este de la ciudad. El diario Israel Hayom, afín a Netanyahu, indicó que el Comité de Urbanismo de Jerusalén se reuniría el miércoles para tratar las nuevas obras en esa parte de la ciudad.
“Permanecemos impávidos a la votación de la ONU o de cualquier otra entidad que intente dictar lo que hacemos en Jerusalén” , afirmó esta semana al periódico el vicealcalde de la ciudad, Meir Turgeman, que dirige el comité urbanístico. “Espero que el gobierno israelí y el nuevo gobierno estadounidense nos apoyen, para que podamos compensar la falta (de construcción) durante los ocho años de gobierno de Obama” .
Netanyahu se mostró indignado por la resolución de la ONU y ha anunciado varias medidas en respuesta al documento, que se aprobó por 14-0 con la abstención de Estados Unidos.
Israel convocó para protestar a los embajadores de los miembros del consejo, incluido Estados Unidos. Netanyahu ha llamado a consultas a sus embajadores ante Nueva Zelanda y Senegal y canceló una visita prevista para enero del ministro senegalés de Exteriores. También suspendió los programas humanitarios israelíes en el país africano.