La gente está decepcionada, explicó el reverendo Bruce Wright, uno de los organizadores del movimiento que ha llegado desde Florida hasta Washington. “Estamos aquí en nombre de la gente de a pie para reclamar nuestros derechos económicos universales: el derecho a tener un techo, una profesión, el acceso gratuito a la salud”.
El movimiento, que hace casi tres semanas empezó en Nueva York a plantar cara a los “poderosos” de Wall Street con apenas un centenar de personas, se ha convertido en una desafiante respuesta de la sociedad civil estadounidense contra los excesos del sistema financiero, y se ha extendido a otras zonas de Estados Unidos como Los Ángeles o Chicago.