La manifestación en Moscú se extendió a lo largo de aproximadamente un kilómetro en su avance por la calle Bolshaya Yakimanka, para desembocar en la plaza Bolótnaya, lugar de la primera manifestación contra Putin en diciembre del año pasado.
“En el lugar del comienzo de la marcha se congregaron cerca de ocho mil personas”, informó un portavoz del Ministerio de Interior ruso, citado por la agencia Interfax.
Por su parte, uno de los líderes de la oposición no parlamentaria, Serguéi Davidis, estimó en al menos 20 mil las personas que acudieron a la convocatoria.
La jornada de protesta reflejó un enfriamiento de los ánimos contestatarios de los rusos, en relación con las multitudinarias manifestaciones registradas en diciembre y febrero últimos.
Apenas decenas de ciudadanos salieron ayer a las calles de muchas de las grandes ciudades rusas para protestar contra Putin, mientras que poco después de las legislativas de diciembre último, calificadas de fraudulentas por la oposición, fueron miles en los mismos núcleos urbanos.
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Al cierre de esta edición, la Policía rusa había reprimido una manifestación en Moscú y detuvo a más de 400 personas, incluyendo a tres líderes opositores.
Agentes antidisturbios detuvieron a más de 450 manifestantes, entre los que se encontraban el bloguero anticorrupción Alexei Navalny, el liberal Boris Nemtsov y el líder del Frente de Izquierda Serguei Udaltsov, indicó la Policía, según Itar-Tass.
Miles de policías antidisturbios se habían desplegado e impedían a los manifestantes cruzar un puente, cuando comenzaron los choques y los agentes antidisturbios intervinieron con porras.
El regreso de Putin al Kremlin será celebrado con gran pompa con más de dos mil invitados rusos y extranjeros, en especial el exjefe de gobierno italiano Silvio Berlusconi.