El mandatario citó la corrupción en la concesión de licencias y la dificultad para controlar esta industria como las razones principales para su decisión.
No es la primera vez que el polémico jefe del Estado filipino ordena clausurar todos los operadores de los juegos de apuestas cibernéticas. Ya lo hizo tras su investidura, el 30 de junio del 2016, aunque rectificó su decisión en agosto.
Duterte, de 71 años, también dirige una guerra contra las drogas que lleva seis mil 100 muertos y que le ha merecido las críticas de la ONU y EE. UU., entre otros, por las numerosas violaciones de los derechos humanos que se cometen en la empresa.
Resta importancia
En tanto, El Gobierno de Filipinas restó el miércoles último importancia a que el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Zeid Raad Al Husein, haya pedido investigar los asesinatos que el presidente filipino, Rodrigo Duterte, admitió haber cometido en la década de 1980.
“Permítanme recordarles que la prensa estuvo presente en el incidente aludido por el presidente y fue en una actuación legítima de la Policía”, señaló en conferencia de prensa en Manila el portavoz de la Presidencia, Ernesto Abella, según la versión del diario Inquirer.
“El comisionado de la ONU es libre de expresar su opinión en este asunto”, indicó Abella, y añadió que se trata de una caso que Filipinas ya investigó.
Las tres muertes que Duterte cometió a finales de la década de 1980 en Davao, cuando era alcalde de esa ciudad en el sur de Filipinas, son de tres delincuentes que habían secuestrado y asesinado a una misionera australiana.
Aunque no es la primera vez que el mandatario filipino reconoce en público que ha matado criminales, los comentarios que hizo la semana pasada han tenido un impacto mayor entre la comunidad internacional porque los hizo como jefe de Estado.