EDITORIAL
Irresponsabilidad sobre identificación
En un vano intento, el Congreso de la República convocó el pasado miércoles a los diputados a participar en una sesión extraordinaria cuyo único punto de agenda era discutir una probable prórroga a la entrada en vigencia, dentro de 15 días, del código único de identificación (CUI), pero todo se quedó en un amago.
Aunque muchos diputados no asistieron, por la fecha de la convocatoria, pues ya están en plenas vacaciones, fue una decisión correcta la de no buscar una prórroga al inicio de la vigencia del código identitario, porque simplemente se habría extendido una temporalidad de manera innecesaria y de esa manera no se habría aprovechado una buena oportunidad para combatir esa cultura de la dejadez.
Los guatemaltecos arrastran un estigma sobre el cumplimiento de metas y aun para cumplir horarios en todo tipo de citas, pero también porque ha sido una muy mala tradición la de decretar prórrogas o perdones para quienes incumplen con sus responsabilidades. Eso solo podrá enmendarse en la medida en la que cada quien tome más en serio su propia responsabilidad.
Es tan disímil esa forma de afrontar compromisos trascendentales que, como suele ocurrir en estas situaciones, siempre hay ejemplos de personas e instituciones que dan el buen ejemplo y no solo han hecho las correcciones pertinentes en sus procedimientos, sino han hecho una comedida campaña para comunicarle a sus usuarios y a la población en general acerca de la entrada en vigencia del CUI.
La Superintendencia de Administración Tributaria es una de ellas y cualquier usuario puede ver cómo ahora su NIT es equivalente a la numeración consignada en el DPI y, en consecuencia, será cuestión de tiempo para que el código más reciente vaya sustituyendo al anterior en las transacciones.
Con una masiva campaña en los medios de comunicación, el IGSS ha hecho lo propio y también es otra institución preparada para el cambio. Sus autoridades, sabedoras de esa modificación, desde hace meses ya no extendían nuevos carnés de afiliación, porque habría sido inútil y oneroso.
Hay más dependencias también preparadas para el cambio, como la Universidad de San Carlos y muchas otras, aunque también existen varios casos en los que hubo tiempo para la actualización pero esta siempre se quedó para más tarde, tal y como hacen miles de guatemaltecos.
Debe quedar claro que para Guatemala este un paso trascendental, pues deben desaparecer varios documentos, entonces es cuando mayor efectividad debe demostrar el Renap, porque es el único ente que ahora debe cumplir una crucial labor en atender una demanda a la que cada día se suman miles de usuarios.
Son más de quinientos mil las personas colocadas en una difícil situación, al no existir plenamente, pues hay trámites en los que el documento único de identidad es el principal requisito requerido. La normativa del CUI tiene seis años de estar vigente, un tiempo suficiente para permitir prepararse a todos, y el Renap es la única entidad que todavía quedará en deuda con numerosos ciudadanos.