La mujer, de 33 años y cuya identidad no trascendió, se había casado a fines del 2009 con un hombre mayor que ella que se murió unos meses después.
Ella siguió en contacto con la hija del marido, de 32 años, y tiempo después comenzaron una relación sentimental que quisieron coronar con el casamiento.
El matrimonio entre personas del mismo sexo está autorizado desde el 2010 por ley en Argentina.
Pero en el Registro Civil rechazó su pedido basándose en un artículo del Código Civil que impide casamiento cuando haya “parentesco en línea recta en todos los grados”.
Dutto consideró que “si una ley impone el parentesco por afinidad como impedimento para contraer matrimonio se menoscaba a estas dos mujeres”, dijo al declarar inconstitucional el artículo en cuestión.
“La hija y la esposa jamás mantuvieron un vínculo de madrastra e hijastra, pero a poco del fallecimiento del hombre se acercaron, se conocieron y nació un gran afecto. Luego, se pusieron de novias y desearon casarse. De hecho, actualmente conviven”, destacó el juez.