Torrebiarte indicó en aquella oportunidad que la industria pesada era la que recibía el impacto de las restricciones en el petróleo pues muchas fábricas corno las de vidrio y cemento ya no podían realizar sus operaciones en la forma habitual.
La nota agregó: El transporte es el que ha resultado afectado, ya con la disposición de no expender carburantes, pues esa entidad ha sido informada que el movimiento de vehículos hacia otros países de Centro América no puede programar sus itinerarios en la forma acostumbrada.
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En igual forma acontece con el transporte en el interior del país, pues este fin de semana, por ejemplo, se podrán operar irregularidades en perjuicio de los usuarios.
Reducen producción
Torrebiarte expresó que se lamentaba que el proceso de producción se detuviera y que por esa circunstancia muchas empresas se vieran en la necesidad a partir del mes entrante de prescindir de los servicios de muchos trabajadores.
El presidente de la cámara mencionada explicó que la industria pesada para sus operaciones necesita del diesel y que aunque por el momento no se podrá considerar que la reducción de consumos no afecta, la adquisición anormal de los combustibles ya perjudica el funcionamiento de la industria.
Manifestó finalmente el señor Torrebiarte que aunque el sector industrial estaba consciente de que las medidas del gobierno responden a las exigencias de la situación, no por eso se puede hacer abstracción de los problemas derivados de la misma en lo que respecta a la industria.
Con reservas
—Es totalmente falso que se hayan agotado las reservas o inventarios de combustibles en las refinerías que operan en Guatemala —dijeron anoche (30 de noviembre de 1973) funcionarios de dichas firmas, aclarando rumores que en sentido contrario insistentemente circularon ayer.
Preguntado sobre el particular el señor Jorge Zemella, funcionario de la Shell, manifestó que era completamente falso el rumor.
Entrevistado brevemente el señor Enrique Villarreal, ejecutivo de Guatcal, dijo textualmente: “En realidad, nuestras reservas no están al máximo, pero debo informar que no hay agotamiento”.
Estira y encoge
En medio de las diversas crisis laborales derivadas por desabastecimiento de combustibles, han surgidos fenómenos del mercado como la especulación, el aumento desmedido en el los precios de los servicios y el acaparamiento.
Uno de los efectos más nefastos, siempre el más nefasto, es trasladar al consumidor final las supuestas pérdidas de operaciones.
