La cita judicial se centró en si los extranjeros, como cualquier ciudadano estadounidense, tienen derecho a una audiencia que examine su reclusión y pueda ponerlos en libertad de manera provisional mientras las autoridades deciden si deben ser deportados o pueden acogerse a algún tipo de asilo.
En instancias judiciales inferiores, la organización que representa a los inmigrantes, la Unión para las Libertades Civiles en América (ACLU) , ha defendido con éxito que los extranjeros deben tener derecho a una vista judicial si han permanecido privados de libertad durante seis meses.
Precisamente, los magistrados debatieron hoy sobre cuál es el límite de tiempo que los inmigrantes deben cumplir en centros de detención antes de tener derecho a una audiencia.
El caso ha atraído mayor atención desde la victoria electoral el 8 de noviembre de Trump, quien durante la campaña presidencial prometió expulsar a los 11 millones de indocumentados que se calcula viven en el país, incluidos los mexicanos, a los que llamó “criminales y violadores” .
Desde primera hora de la mañana, decenas de personas hicieron cola a las puertas del edificio del Tribunal Supremo para poder entrar en la sala en la que los magistrados debatieron el caso.
“No estoy segura de que vayan a fallar a nuestro favor, pero tengo esperanza” , dijo a Efe la subdirectora de un proyecto migratorio de ACLU, Judy Rabinovitz, quien estuvo presente en la audiencia y desde 1988 ha prestado asesoramiento jurídico en demandas colectivas en defensa de los derecho de los inmigrantes.
Por su parte, uno de los hombres que esperaba en la fila, Steve Haungeerd, consideró que el debate en la corte fue “interesante por el clima actual político de racismo y xenofobia” .
Según datos del Gobierno, 41.000 individuos se encuentran retenidos en los centros de detención por haber cruzado la frontera de manera ilegal o por haber cometido delitos mientras residían legalmente en Estados Unidos.