En contraposición, la Navidad también respira un aire de modernidad, como indica el diseñador Edwin García, de Kalea. De ahí que se adorne el hogar con colores neutros como negro o gris en candelabros, esferas o estrellas. También está la decoración nórdica o escandinava, que emplea la madera blanca o en colores naturales. Sobrio, pero sofisticado.
La profusión de cristales en la decoración atraerá con más intensidad la iluminación en el hogar, explican expertos de Casa Casa. Pequeñas figuras de cristales swarovski, además de ser elegantes, aportan la originalidad que se busca.
Escenas europeas poco conocidas en nuestro país también atraerán las miradas, como un Santa Claus que se transporta en una canoa en lugar de un trineo.
En el mundo
La imaginación pasa a formar parte de la realidad con excéntricos adornos de la época. Todo depende de las aficiones que salen a relucir, por ejemplo, con adornos de personajes de filmes o héroes favoritos.
El árbol, elemento obligatorio e indiscutible representante de la época, puede tomar formas insospechadas con materiales poco habituales.