“Tienen la posibilidad de rechazar la política divisoria que nos llevaría hacia atrás, la posibilidad de elegir a nuestra primera presidenta mujer”, señaló.
Obama y su esposa Michelle han demostrado ser armas extremadamente populares en el apoyo a Clinton en esta campaña, aunque la disputa con el candidato republicano Donald Trump es sumamente ajustada.
El estado de Michigan, un territorio tradicionalmente demócrata, se convirtió en escenario de una lucha codo a codo por cada voto.
Ese estado que tradicionalmente se benefició de la industria automovilística, en años recientes se sumió en el desempleo a medida que los puestos de trabajo fueron transferidos a otros países, como Trump se encarga de recordar en cada discurso.
“Todo el progreso que hemos alcanzado se irá a la alcantarilla si no ganamos mañana”, dijo Obama el lunes. “La lucha será ajustada aquí en Michigan, de la misma forma en que será en muchas otras partes del país”, añadió.
Obama pidió a los estadounidenses que “estén atentos, porque la decisión que tienen por delante no podría ser más clara. Donald Trump no está preparado para ser el comandante en jefe”.
El presidente tiene en agenda este lunes un acto en Durham, New Hampshire, antes de unirse a Clinton para el cierre de campaña en Filafelfia.
