Estos jóvenes habían no obstante mostrado su “arrepentimiento” ante el EI por su anterior profesión, lo que no evitó ahora su ejecución, como ocurrió también el 27 de octubre recién pasado con otro medio centenar de antiguos uniformados.
El grupo extremista pidió este miércoles a los residentes de los barrios de Al Jadraa, Al Samah, Al Karama y Al Qudis, que acudieran al colegio Meca, situado en el primero de los distritos, con sus pertenencias y documentos de identidad.
Según Al Musali, los terroristas amenazaron con atacar las casas de aquellos que no respondieran a la llamada, realizada desde los altavoces de las mezquitas.
Cientos de jóvenes se dirigieron por este motivo al colegio Meca de Al Jadraa, en cuyo patio fue perpetrada la ejecución extrajudicial.
Las fuerzas de seguridad iraquíes han pedido por su parte a los habitantes de los barrios orientales que permanezcan en sus hogares y no hagan caso a los llamamientos del EI.
Acorralados por el avance de la ofensiva militar contra Mosul, los yihadistas han incrementando en las últimas semanas el asesinato de civiles y de antiguos miembros de las fuerzas de seguridad.
El pasado 26 de octubre, el Comité de Derechos Humanos del Parlamento iraquí reveló que los radicales ejecutaron a un total de 232 civiles en la zona de Hamam al Alil y en la localidad Al Arich, al sur de Mosul.
La campaña militar para arrebatar al EI Mosul y los territorios que aún controla en la provincia de Nínive fue lanzada el pasado día 17 por la tropa iraquí y la kurda “peshmergas” , y recientemente se sumaron a la batalla las milicias chiíes Multitud Popular.
Ayer, las fuerzas iraquíes irrumpieron en Mosul desde el frente oriental, y se situaron en el barrio periférico de Kukyeli, considerado la puerta de entrada a la “capital” del EI en Irak.
Crece temor por suerte de habitantes de Mosul
Las organizaciones humanitarias mostraron el miércoles su inquietud por la suerte de más de un millón de civiles atrapados en Mosul, en cuya periferia se intensificaron los combates entre las fuerzas iraquíes y los terroristasdel Estado Islámico.
Los combates se intensificaron en la periferia de Mosul, bastión del Estado Islámico en el norte de Irak, particularmente en la localidad de Gogjali, al este de la ciudad, donde los yihadistas ofrecían una fuerte resistencia.
La intensificación de los combates preocupa a las organizaciones humanitarias pendientes de la situación de más de un millón de civiles presentes en la segunda ciudad de Irak.
La tropa del Comando Antiterrorista Iraquí (CTS) , fuerzas de élite del ejército, intentaban avanzar hacia el sector de Gogjali aún en manos de los yihadistas.
En la zona bajo control gubernamental, un soldado iraquí mostraba como un trofeo una bandera negra del grupo yihadista.
“La sacamos y en su lugar pusimos la bandera de Irak” , afirmó orgulloso Mohammed Alí, antes de volver a la primera línea de combate para desalojar al puñado de yihadistas que frenan el avance gubernamental.
En la zona liberada el martes por las tropas iraquíes, los habitantes comienzan a salir a la calle, a pesar del ruido cercano de las balaceras.
Fue desde Gogjali que en la víspera las tropas iraquíes penetraron el martes en Mosul, por primera vez desde la toma de la ciudad por el EI en junio de 2014.
La tropa, apoyada por la coalición internacional liderada por Estados Unidos, todavía no lograron establecer aún una cabeza de puente en la ciudad, pero su presencia lanza la “verdadera batalla” de Mosul, indicó un responsable militar del frente este.
Por su parte, las tropas iraquíes y aliadas que atacan por el norte se encontraban el miércoles a dos kilómetros de los límites de Mosul.
Las fuerzas del frente sur, las que tienen más distancia que cubrir para llegar a Mosul, estaban el miércoles a unos 30 km del bastión del EI.
La tropa del frente sur avanzan hacia Hamam al-Alil, una ciudad a orillas del Tigris que antes del inicio del conflicto tenía 60mil habitantes.
La mayoría de los responsables consideran que la batalla de Mosul será larga debido a que el EI tuvo dos años para preparar la defensa de su bastión, donde en junio del 2014 declaró el “califato” .
Los yihadistas -entre cuatro mil y siete mil en la zona (de los cuales entre 3.000 y 5.000 en Mosul) – ya demostraron que están dispuestos a vender caras sus vidas frente a las decenas de miles de tropas iraquíes y kurdas.
Desde el inicio de la ofensiva el 17 de octubre, las tropas iraquíes sufrieron numerosos ataques suicidas y tiros de mortero.
El martes, las fuerzas iraquíes desbarataron un atentado suicida gracias a un emisor de radio capturado.
“Dejé a los kamikazes detrás del montículo de tierra. Cuando avancen, irán hacia ellos” , dijo un yihadista en una conversación escuchada por un periodista de la AFP que cubre el avance del ejército iraquí.
Un oficial ordenó a dos vehículos militares que se acercaran al lugar para hacer salir a los kamikazes de su posición y dejarlos a tiro de un ataque aéreo, que los eliminó.
El inicio de los combates en zonas densamente pobladas preocupa a las organizaciones humanitarias que redoblaron los preparativos para poder acoger a los civiles que huyan de los enfrentamientos.
Las organizaciones, que esperan una huida masiva, llamaron a la creación de corredores humanitarios protegidos para poder evacuar a los civiles.
Más de 20 mil personas abandonaron sus hogares en las ciudades aledañas a Mosul desde el inicio de la ofensiva gubernamental, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) .
“Nos preparamos para lo peor. La vida de 1,2 millones de civiles está en grave peligro y el futuro de Irak está en juego” , declaró Wolfgang Gressmann, director del Consejo Noruego para los Refugiados (NRC) .
“Muchas familias fueron separadas, numerosos civiles resultaron heridos y otros muertos por disparos de francotiradores o la explosión de artefactos explosivos” , afirmó Gressmann.