“He tenido que poner mucho esfuerzo y constancia. Salir y jugar en el World Tour es muy difícil en un país como Ecuador. Amo mi país, pero desgraciadamente es una nación futbolera y solo se apoya ese deporte. Tuve la oportunidad de correr en Colombia, Argentina y México, y vi que tenia talento para el ciclismo. Nunca me di por vencido, y esa fue la clave para llegar hasta aquí”, señala Carapaz.
Richard Caparaz, ciclista ecuatoriano de Movistar.
El ecuatoriano tuvo la opción de competir en España con la selección de Ecuador, y sus cualidades no pasaron inadvertidas ante los técnicos del Movistar
Más tarde se convirtió en el primer corredor extranjero en ganar la Vuelta a la Juventud de Colombia y Eusebio Unzué, director del Movistar, se interesó por él con la oferta de probar un año en España.
Así fue como el ciclista del Carchí aterrizó en abril en el Lizarte de Manolo Azcona y Juanjo Oroz. El balance fue destacado: segundo en el Memorial Valenciaga -su primera carrera como aficionado en España-, éxitos en Urraki o Lazkao e incluso la prestigiosa Vuelta a Navarra, donde fue el más fuerte entre los escaladores. El paso a profesionales estaba al caer.
“Las primeras carreras con el maillot azul me costaron mucho porque, tras la primera estadía con Lizarte, en mi país no tenía con qué mantenerme en forma. No hay ciclismo allí y, aunque entrené, sin competiciones era difícil salir de golpe a enfrentarse a equipos WorldTour”, recuerda.
Carapaz explica que “si hubiese querido correr, tendría que haberlo hecho en Colombia, algo que ya no era posible. Aproveché esas semanas para recuperar y volver con muchas ganas, pues sabía que tenía que dar un paso decisivo en mi carrera”.
Sufrió en l'Ain (70º) y Limousin (126º) y fue encontrando el punto en Poitou (79º) y la Vuelta a Cantabria (10º).
¡@pablopenkas vuelve a casa! El madrileño será parte del staff técnico de Movistar Team en 2017: https://t.co/xgkk7eHKTQ pic.twitter.com/RZIl9DCdGA
— Movistar Team (@Movistar_Team) October 27, 2016
En el último tramo de competición por Italia fue donde Carapaz mostró estar definitivamente listo para dar el paso: fue el tercer mejor joven en Toscana, atreviéndose a salir a movimientos de hombres como Fabio Aru, y estuvo combativo en pruebas como Emilia o, sobre todo, en los Tre Valli Varesine (32º). Luego fue 25º en Piamonte, donde se lanzó varias veces al ataque. Seriedad y arrojo como perfecta carta de presentación para 2017.
“Me siento muy a gusto en el equipo y para este año que empieza no se me ha exigido nada. Durante la temporada iremos buscando el sitio”, asegura.
Carapaz apunta a las rondas por etapas: “He pedido empezar en Mallorca y Andalucía, lugares donde encadenar días de competición y llevar a cabo este año entero de preparación para establecer mis referencias como profesional y, esperemos, cumplir mi gran anhelo como profesional: correr una grande. ¿Mi máximo sueño? Sería ganar un Giro de Italia. ¡Ojalá se cumpla!”.