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Feminicidios: la preocupación en Bolivia por ser el país de Sudamérica en el que matan a más mujeres

Adelaida Cossío falleció el pasado fin de semana tras recibir dos golpes en la cabeza con un hacha y ser estrangulada con una soga.

Las mujeres en Bolivia están alzando su voz contra la violencia machista. Foto:AIZAR RALDES

Las mujeres en Bolivia están alzando su voz contra la violencia machista. Foto:AIZAR RALDES

El hecho sucedió en Cochabamba, centro de Bolivia, y el acusado del feminicidio es el esposo de la mujer, quien ya tenía denuncias por violencia y ahora se encuentra prófugo.

“Después de denunciarlo a la policía ha decidido matarla. No lo han detenido pese a las amenazas de muerte”, lamentó una sobrina de la víctima.

El asesinato de Adelaida es uno de los más de 70 feminicidios que se han producido en Bolivia en 2019, país donde se registra uno de estos incidentes cada dos o tres días.

Este fenómeno se ha vuelto tan cotidiano y alarmante en el país que el gobierno de Evo Morales comenzó a tomar medidas al respecto.

Un reporte reciente de la Comisión Económica para América Latina de la ONU (Cepal) indica que Bolivia es la nación donde más mujeres son asesinadas en Sudamérica.

Las cifras

Dos de cada 100.000 mujeres son asesinadas en territorio boliviano, cifra que supera con amplitud a países con mucha violencia y criminalidad como Brasil, donde el margen es de 1,1.

Paraguay es el segundo país de la región donde se producen más feminicidios con una tasa de 1,6 sobre cada 100.000. Ecuador y Uruguay tienen 1,3.

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El ministro boliviano Héctor Arce señaló que la violencia contra la mujer es uno de los problemas más importantes que afronta su país.

A nivel latinoamericano, el margen más alto se encuentra en El Salvador, donde se producen 10,2 asesinatos por cada 100.000 mujeres.

La experta de Cepal Alejandra Valdés señaló a BBC Mundo que estas cifras deben ser entendidas como una visibilización reciente de un fenómeno de muy larga data.

Además indica que la brecha existente entre los casos que llegan a conocerse y cuantificarse y las cifras reales todavía es muy difícil de medir.

Esto no es un fenómeno nuevo que ha aparecido; es algo histórico“, indica la experta, que es parte del Observatorio de Igualdad de Género de la Cepal.

Valdés añade que la realidad es tan fuerte que desde Naciones Unidas se plantea que todos los actores del sistema público deben ser incluidos para combatir la violencia contra las mujeres y fundamentalmente el feminicidio.

Bolivia preocupada

Que Bolivia sea el país con la tasa más alta de asesinatos y homicidios contra mujeres no ha sido ignorado por el gobierno de ese país.

Este jueves, autoridades ministeriales sellaron una alianza con medios de comunicación estatales y privados para iniciar una campaña contra la violencia machista.

“No hemos logrado generar una conciencia de igualdad entre hombres y mujeres como nación boliviana (…) el hombre siente que tiene un poder de dominio sobre la mujer. El hombre no asume su condición de igualdad con la mujer y por eso se cree con el derecho, incluso, de tomar su vida”, afirmó el ministro de Justicia, Héctor Arce, durante el evento.

La autoridad boliviana sostiene que “ahora las mujeres tienen mayores posibilidades, la mujer está en condiciones de igualdad (…) pero el hombre no acepta esa realidad”.

“Nuestra mente, nuestro sentido patriarcal no ha evolucionado cuatro veces, como lo ha hecho nuestra economía”, concluyó Arce.

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Naciones Unidas también se sumó a los esfuerzos para frenar los asesinatos de mujeres en Bolivia.

La campaña, que fue lanzada este jueves, forma parte del Plan de Acción Contra los Feminicidios y la Violencia Machista anunciado por Evo Morales hace tres semanas.

De hecho, el gobierno boliviano decidió crear un Gabinete Especial de Lucha Contra la Violencia hacia la Mujer y la Niñez ante las cifras elevadas de feminicidios e infanticidios detectadas en el país.

En Bolivia el feminicidio es un tipo de delito con condena de hasta 30 años de prisión desde hace cuatro años.

La preocupación es tal que la presidenta de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, María Fernanda Espinosa, arribó a Bolivia para acompañar al presidente boliviano en actos contra la violencia machista.

En mayo de este año, el ministro de Gobierno (Interior) boliviano, Carlos Romero, reconoció que el país se encuentra “10 puntos porcentuales por encima del promedio latinoamericano en cuanto a violencia contra las mujeres”.

“Hemos avanzado en seguridad ciudadana en general, hemos reducido la criminalidad drásticamente, pero el tema de la violencia contra la mujer experimenta avances todavía poco significativos”, indicó la autoridad, según cita el diario La Razón.

“Nos están matando”

Pese a las recientes acciones anunciadas por la administración de Morales, las organizaciones de defensa de la mujer cuestionan que el gobierno desatendió esta materia durante los más de 13 años que lleva en el poder.

Bolivia también es uno de los países en los que se registra la tasa más alta de embarazo adolescente y violencia sexual contra menores, de acuerdo a diferentes mediciones, como la del Fondo de Naciones Unidas para la Población.

AIZAR RALDES
El gobierno reconoce el problema, pero muchas mujeres lo acusan de inacción durante años.

La Coordinadora de la Mujer, entidad con sede en La Paz, indica que uno de los principales motivos de las agresiones machistas es la impunidad reinante sobre esos casos.

“60 feminicidios se registraron en Bolivia hasta el 13 de junio de 2019, cada uno con mayor saña y crueldad. Los casos denunciados de violencia contra las mujeres se incrementan visiblemente cada año, según los datos de la Fuerza Especial de Lucha contra la Violencia (Policía)”, indica la entidad.

La institución señala que en 2018 se recibieron más de 38.000 denuncias de agresiones contra mujeres.

El margen de condenas contra los agresores no llega ni al 15%.

“Bolivia cuenta con una amplia normativa que protege y garantiza a las mujeres el derecho a vivir libres de violencia, que debe precautelar su integridad física, psicológica y sexual. Sin embargo, este avance normativo no logra avanzar eficientemente en su implementación”, indica la Coordinadora.

Además, la entidad reclama al gobierno y a las entidades judiciales “redoblar los esfuerzos para implementar de forma efectiva las acciones previstas por Ley”.

“Nos están matando” es una de las frases que agrupaciones feministas han adoptado para denunciar los numerosos casos de feminicidios que se producen en el país al igual que el extendido lema “Ni una menos”.

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