La presentación fue “galáctica”. Hubo fuego, ejercicios pirotécnicos, confeti y mensajes de apoyo, hasta del mismísimo Lionel Messi o Casemiro, para engalanar la llegada del exjugador de Sevilla, Barcelona, Juventus y París Saint-Germain e ídolo incuestionable en Brasil.
“Hola Dani, quería enviarte un saludo grande. Desearte lo mejor en tú carrera ahora en tu país después de tanto tiempo. Muchísima suerte. Un abrazo grande y lo mejor para siempre”, dice Messi en un video proyectado.
En la ceremonia estuvieron presentes el uruguayo Diego Lugano y Raí Souza, actuales miembros de la directiva del club, así como otros grandes nombres que han marcado la historia del Sao Paulo como Hernanes, Kaká y Luis Fabiano.
“Solo quería decirles que el Sao Paulo no contrató un jugador. Sao Paulo contrató un aficionado como vosotros”, dijo el nuevo camisa 10 a una hinchada en éxtasis.
“Muchas gracias por la recepción. Basta de hablar y vamos a trabajar. Juntos”, apuntó.
EL MENSAJE DE MESSI PARA DANI ALVES#CentralFOX Lionel y un video donde saluda al brasileño en su vuelta al fútbol de su país. pic.twitter.com/D7TaLedjbC
— FOX Sports Argentina (@FOXSportsArg) August 7, 2019
La gran fiesta, que empezó el lunes, cuando puso un pie en el aeropuerto de Sao Paulo, tuvo como momento cumbre cuando el veterano defensa se quitó las botas y las medias para pisar el escudo de su nuevo equipo y lo besó de rodillas. Las gradas del Morumbí retumbaban de emoción.
Alves recibió la camisa 10 de Kaká, dio una vuelta de honor con el uniforme blanco, negro y rojo, e hizo así realidad un sueño para él y para una afición que no celebra un gran título desde 2012, cuando Sao Paulo ganó la Copa Sudamericana.
Por el contrario, al lateral derecho le sobran y no para de sumar trofeos a su vitrina particular. El último que levantó fue el pasado julio, la Copa América de Brasil 2019, donde además fue nombrado el mejor futbolista del certamen.
Para entonces su contrato con el PSG se había terminado y ya era libre para negociar con cualquiera. Eligió, entre “muchas posibilidades”, volver a su país natal, que abandonó en 2002 para firmar con el Sevilla y al que ha vuelto 17 años después de la mano del Sao Paulo, con el que estará vinculado hasta diciembre de 2022.
Su gran objetivo ahora es seguir ampliando su leyenda en la capital paulista para tener abierta la posibilidad de acudir al Mundial de Catar 2022. La afición le cree capaz de cualquier cosa.
“¡Bienvenido monstruo! ¡Ahora ayuda mucho al Tricolor! ¡Figura, figura!”, exclama a Efe Jackson, de 23 años y quien ha salido hoy a las prisas del trabajo para acudir a la presentación del defensa.
“Nadie se lo imaginaba, y ahora está ahí, no tiene cómo volver y espero lo mejor de él porque ahora está en el mejor club de Brasil”, añade.
La maquinaria de marketing funciona ya a todo vapor en los alrededores del Morumbí. Las camisetas “pirata” de Alves se venden ya en todas las esquinas. El precio inicial es de 70 reales (US$1.,5), pero regateando uno las podía comprar por 50 reales (US$12.5).
Alves rechazó la etiqueta de “salvador de la patria”, pero prometió “sacrificio, esfuerzo, entrega” y su “espíritu de campeón” para devolver al Sao Paulo a lo más alto.
En esa empresa le ayudará el español Juanfran, exjugador del Atlético de Madrid y también fichado por el Sao Paulo en un movimiento más que sorprendente.
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