El féretro, envuelto en una bandera azul y blanca, permanecerá todo el día en la plaza del Parlamento israelí para que los israelíes puedan acudir a presentar sus respetos.
Estaba previsto que decenas de líderes mundiales acudieran el viernes al funeral de estado en Jerusalén, como el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, Bill Clinton o el presidente de Francia, Franois Hollande. Se esperaba que fuera la reunión más grande de su clase desde el funeral del primer ministro Yitzhak Rabin, asesinado por un nacionalista judío en 1995.
Clinton llegó a Israel el jueves por la mañana en un avión privado del magnate israelí-estadounidense Haim Saban, según un portavoz de la autoridad aeroportuaria de Israel. Saban es un importante donante del partido demócrata y de la campaña a la Presidencia de Estados Unidos de Hillary Clinton.
La oficina de Peres señaló que Clinton acudiría directamente al Parlamento, donde los israelíes hacían fila para pasar junto al féretro de Peres, envuelto en una bandera israelí. Netanyahu y Rivlin colocaron una ofrenda floral junto al ataúd por la mañana.
Clinton era presidente de Estados Unidos cuando Peres ayudó a negociar un histórico acuerdo provisional de paz con los palestinos en 1993.
Al año siguiente, Peres recibió el Nobel de la Paz junto con el primer ministro israelí, Yitzhak Rabin, y el líder palestino Yaser Arafat.
Bill y Hillary Clinton han dicho que perdieron a “un auténtico y apreciado amigo” en Peres.
Una ausencia perceptible en el funeral será la de los líderes árabes.
Peres fue elogiado en Occicente como un hombre de paz, pero los líderes del mundo árabe han recibido la noticia de su muerte principalmente con silencio.
La hostilidad está relacionada con el papel de Peres en la creación del arsenal militar israelí, su apoyo a los asentamientos en Cisjordania y una guerra en Líbano.
Aun así, el presidente palestino, Mahmud Abás, alabó a Peres por alcanzar una “paz de los valientes” con Arafat y Rabin.
Un asesor del rey de Marruecos asistirá al funeral, según el Ministerio israelí de Exteriores.
Peres sirvió dos veces como primer ministro de Israel.
Durante sus siete décadas de carrera, pasó de ser un halcón a ganar el Nobel de la Paz por sus esfuerzos de reconciliación con los palestinos.
Como presidente de ese país despertó admiración por su jovial optimismo.
