En todos los casos investigados por la “Associated Press”, la entrega de los documentos conlleva la condición de que las autoridades no hablen en público de ellos.
Por ejemplo, empleados de la Junta de Control de Juegos de Azar de Pennsylvania puede ser demandada penalmente si difunde esa información. Tampoco las autoridades de Missouri pueden hablar del tema.
Es así que el electorado sabe muy poco acerca de las finanzas del candidato republicano a la presidencia, excepto por algunos detalles descubiertos por periodistas que analizaron documentos distribuidos por la gente de Trump y por los estimados y comentarios que hace el propio magnate en sus presentaciones.
Cuando la candidata demócrata Hillary Clinton se preguntó en el debate del lunes si las razones por las que Trump se niega a difundir esa información es porque paga muy pocos impuestos, el empresario se vanaglorió de que no pagar impuestos es algo “inteligente” .
Trump aludió a unos documentos públicos descubiertos por la publicación digital Politico según los cuales no pagó impuestos a las ganancias durante al menos dos años a principios de la década de 1990 porque tuvo más gastos que ingresos.
Otros documentos indican que tampoco pagó impuestos a las ganancias en 1978, 1979 y 1984, pero no arrojan luz sobre otros aspectos de sus finanzas que podrían ser esclarecidos si Trump entregase sus declaraciones de rentas, como ha hecho todo candidato a la presidencia desde 1976.
Trump se resiste a hacerlo argumentando que unas auditorías del Servicio de Rentas Internas se lo impide. El IRS (como se conoce a ese servicio, por sus siglas en inglés) , no obstante, afirma que nada impide a Trump difundir esa información.
La declaración de rentas de Trump revelaría, por ejemplo, cuánto dinero aporta a organizaciones caritativas. El magnate habla a menudo de su generosidad filantrópica. Hace un año, sin embargo, la AP comprobó que no hay mucha información disponible acerca de las obras caritativas de Trump.
Al candidato republicano se le pregunta constantemente por sus donaciones y cómo opera su fundación caritativa. El diario “The Washington Post” informó que Trump usa dinero donado por otros para cubrir gastos legales, contribuciones políticas e incluso para comprar retratos de sí mismo.
Las declaraciones darían una pista acerca de lo que gana Trump y de si su fortuna es realmente la que él dice tener. Estos temas han sido analizados por gente que tuvo acceso a esta información en el pasado.
Trump mantuvo un duro enfrentamiento de una década con las autoridades fiscales de Nueva York en torno a sus impuestos municipales, batalla que fue revelada en junio por el periodista David Cay Johnson de “The Daily Beast”.
En su declaración de 1984 Trump dijo que había perdido dinero a pesar de que acababa de terminar de construir su emblemática Trump Tower de Nueva York y de que proclamaba a los cuatro vientos el éxito de sus emprendimientos.
También declaró que ese año actuó mayormente como consultor y que su empresa consultora había tenido gastos del orden de los 684 mil dólares y no había generado ingresos. No ofreció recibos para justificar estas afirmaciones.
Las autoridades municipales no le creyeron. Trump apeló y las dos partes libraron una batalla legal de 10 años, que el magnate perdió. Al final tuvo que pagar los impuestos correspondientes a ingresos de más de un millón de dólares.
Muchos bancos exigieron a Trump que presentase documentos demostrando que tiene la gran fortuna que dice tener. Generalmente los bancos comerciales exigen a los clientes que presenten declaraciones de rentas personales y de sus empresas antes de conceder un préstamo y Trump ofreció esa información al North Fork Bank en el 2004 y el 2005.
Según un documento presentado por Trump en su demanda por difamación contra el periodista Tim O’Brien, North Fork llegó a la conclusión de que tenía un patrimonio neto de mil 200 millones de dólares y no los tres mil 500 millones que él decía tener.
Deutsche Bank también analizó las finanzas de Trump en el 2004 y determinó que su patrimonio era de “unos 788 millones” de dólares, centavo más, centavo menos, según documentos legales.
Trump, que cuestiona esa conclusión, perdió esa demanda.