Es uno de los principales cultivos producidos en Guatemala, puesto que sin importar las variables climáticas puede sembrarse en clima cálido, templado o frío. Además requiere poco trabajo agrícola y cierta fertilización orgánica y química, lo cual favorece a miles de agricultores.
En la gastronomía guatemalteca este grano se utiliza para hacer tortillas, disfrutar de una cena con los tamalitos de elote, tomar un atol en el desayuno y, en ocasiones especiales, la fermentación del maíz se emplea para elaborar la popular chicha, que se toma en fiestas y celebraciones.
Lo que no se sabe de este grano es que además de proveer una fuente de ingreso, también puede ser utilizado de forma medicinal, debido a que ayuda a controlar la gonorrea, infecciones urinarias, prostatitis, hepatitis, así como para preparar atoles a convalecientes y personas que padecen problemas en las vías digestivas.
Otra manera de sacar provecho a esta planta, es cocinando sus hojas verdes en vino blanco. Esto sirve para lavar heridas y llagas