CATALEJO
Nudo gordiano al estilo chapín
LA HISTORIA ES EXCELENTE MAESTRA. Alejandro Magno llegó a Frigia, ciudad cuyos habitantes escucharon al oráculo vaticinar quién sería el nuevo rey y eligieron al inepto campesino Gorgias, causante de caos. Este amarró su carro con varios nudos entrelazados, imposibles de desatar. Quien lo hiciera, sería el rey de toda Asia. Alejandro sacó su espada, lo partió y dijo “desatarlo o romperlo es lo mismo” y agregó esa urbe a sus muchas conquistas. La frase nudo gordiano se emplea desde entonces para señalar acciones novedosas para resolver problemas indisolubles, pero al mismo tiempo como consecuencia de acciones erradas o equivocadas, producto de la incapacidad. Por eso la frase nudo gordiano chapín tiene lógica.
EN GUATEMALA, LAS CUERDAS del nudo tienen numerosos grosores y han sido enredadas desde hace muchos años. Destaparlo en el campo político es imposible: no se puede impedir el resultado de aprovechados, corruptos, parenteleros si la ley electoral sigue igual. No puede haber buenos alcaldes en cualquier ciudad por esa forma de elección y por los fideicomisos con dinero estatal, creados para escapar de la revisión de las entidades fiscalizadoras. No se puede mejorar la educación, ni la salud, la calidad de los caminos ni ninguna otra actividad del estado si siguen las prebendas a las docenas de sindicalistas y oenegeros convertidos en maleantes similares, muchas veces acertadamente calificados de una versión rosada de quienes los antecedieron.
DEBE CAMBIARSE EL SISTEMA de justicia, sus resultados, tiempo de los veredictos y los evidentes beneficios a quienes tienen dinero e influencias. En la actualidad hay algunos casos emblemáticos referentes a corrupción de los gobernantes anteriores, pero en realidad son luces de colores, luminosas pero efímeras, además de la posibilidad de disminuir si se insiste en no tomar en cuenta el factor de la corrección en el llamado “estado como botín”. Parafraseando al poeta, todo está pasando pero no pasará nada o no pasará lo suficiente, en temas como la extorsión constante y mortal sufrida por víctimas de mareros, pero también de quienes tiemblan con las otras formas menos directas pero igualmente efectivas en otros sectores.
ES JUSTO ALEGRARSE POR las acciones del Ministerio Público y la CICIG. Pero la podredumbre está en todos lados, desde hace décadas. Los frutos de la corrupción brillan y son mostrados sin miramiento ni rubor alguno a causa de la desafortunada pasividad de los guatemaltecos. La academia no escapa: la Universidad de San Carlos provocaría muchas expresiones de rabia si se hacen investigaciones no solo de compadrazgo, antes político y ahora familiar, sino académico. Plagiar una tesis doctoral tampoco aquí es punible y el silencio es un abrumador grito de complicidad. Cuando pensamos en la manera cómo han sido integradas las comisiones de postulación para puestos de importancia nacional indudable, el sonrojo es similar al de la forma de decidir los ascensos de los oficiales militares más altos.
ANTE ESTE NUDO GORDIANO, la ciudadanía puede escoger entre decepcionarse o manifestarse de manera directa, o a través de la prensa independiente, no aquella de televisión con evidentes lazos de unión entre los creadores de las “Moralejas”. Y el presidente, si tiene voluntad, capacidad y entereza, puede seguir las acciones complementarias a lo decidido respecto a su hijo y su hermano. Otros le crearon un nudo gordiano y puede partirlo en dos de un tajo, al librarse de quienes lo involucraron en la política, para empezar. Tiene a su lado algunas personas decentes, cuya salida en este momento terminaría dejándolo sólo, en espera de un nuevo Alejandro Magno para sacarlo de la Historia al partir ese nudo. Es su decisión. De nadie más.