La imagen está compuesta por tres personajes principales, vistiendo ricos atavíos de plumas de quetzal y jade, sentados sobre cabezas de monstruos witz (cerro).
El arqueólogo Francisco Estrada-Belli explicó en conferencia de prensa que el hallazgo ocurrió durante la búsqueda de indicios de una tumba encontrada en la temporada anterior, en la cual descubrieron los restos de un individuo acompañados de 28 vasijas y una máscara de madera.
Las investigaciones para determinar la identidad de este personaje y las circunstancias histórica en las que vivió, dieron origen al descubrimiento del friso decorativo en el edificio asociado a la tumba, subrayó el arqueólogo, radicado en Estados Unidos.
Precisó que el friso (relieve en estucado) está en la parte del edificio rectangular, a unos 10 metros arriba de la plaza.
Estrada-Belli reveló que la composición incluye tres personajes principales que visten ricos atavíos de plumas de quetzal (ave símbolo nacional) y de jade, sentados sobre cabezas de monstruos witz (cerro) .
El personaje central se identifica como Och Chan Yopaat por los signos jeroglíficos en su tocado y en el texto debajo de su imagen.
El experto añadió que desde la boca del monstruo central se desprenden dos serpientes emplumadas de las cuales emergen los ancestros y cerros laterales.
Enfatizó que entre ellos están las figuras de dos dioses ancianos, que le otorgan al personaje central un objeto identificado por un signo jeroglífico que ellos creen que significa “primer tamal” (ofrenda de comida) .
En la parte posterior de los tres personajes está una banda de símbolos astrales conocida como “banda celestial” .
Estrada-Belli, quien trabajo con un equipo de arqueólogos y excavadores guatemaltecos, recordó que la primera investigación en Holmul, que data del periodo clásico y preclásico, se hizo en 1909, y él la retomó en el 2000 pero ya no continuó por falta de recursos.
Sin embargo, con el apoyo de las fundaciones estadounidense Alphawood, Maya Archeology Iniciativa, National Geographic Society y el aval académico de la Universidad de Boston, reinició los trabajos el año pasado para hacer el gran descubrimiento.
“Este es un hallazgo extraordinario, es una obra de arte que también nos proporciona mucha información sobre la función y significado del edificio” , destacó.
El proyecto arqueológico es financiado por la fundación Pacunam, integrada por varias empresas, que este miércoles firmó un convenio con National Geographic, en el cual la revista se compromete a entregar la misma cantidad de fondos que entregue la fundación al sitio arqueológico.
*Con información de Andrea Orozco y agencia ACAN EFE