Las complicaciones derivan del hecho que el mundo no ha salido de la crisis económica y países emergentes como China o Brasil y otros, como Estados Unidos, tendrían que comprometerse a frenar drásticamente sus emisiones de dióxido de carbono (CO2).
“El riesgo de la cumbre es que haya un acuerdo muy débil o que se consiga un acuerdo a un plazo larguísimo o que se alcance un acuerdo muy mínimo, muy light” , precisó Rojas.
La FAO participará como observadora en el evento y brindará asistencia técnica a los delegados de los países para que éstos puedan tomar una decisión, señaló el funcionario.
Evitar que continúe el proceso de deforestación es clave para detener el calentamiento global y sus consecuencias, recordó Rojas.
En su informe “El Estado de los bosques del mundo” la FAO destaca a su vez que una parte significativa de la población mundial depende de los productos forestales para satisfacer necesidades básicas en energía o vivienda.
Según el Banco Mundial, indicó el jerarca, mil 600 millones de personas dependen de alguna manera de los bosques para su subsistencia.
La COP 20 de Lima, en diciembre próximo, será el paso previo a la elaboración de un nuevo protocolo internacional sobre cambio climático, que debería ser adoptado en el 2015 en París.