A los 16 años, a Ritvo se le diagnosticó sarcoma de Ewing, un cáncer poco común que afecta los huesos y el tejido blando en niños y adultos jóvenes.
El tratamiento causó una remisión de la enfermedad que le permitió finalizar la secundaria y estudiar en la Universidad Yale, donde además actuó en un grupo de comedia de improvisación. Entre sus profesores estuvo la laureada poetisa Louise Gluck.
El cáncer de Ritvo regresó en su último año en la universidad, pero el joven finalizó sus estudios y además terminó una maestría en la Universidad de Columbia.
La batalla de Ritvo contra el cáncer fue el eje de sus poemas. Uno publicado en junio en la revista The New Yorker hablaba de un experimento en el que células de sus tumores fueron usadas para pruebas de medicamentos contra el cáncer en ratones.“Quiero que mis ratones sean como yo!, escribió Ritvo. “No tengo hijos. Los nombré a todos Max. Primero eran Max 1, Max 2, pero ahora son simplemente Max. No tengo favoritos”.
El primer libro de poesía de Ritvo, Four Reincarnations, será publicado este año.
En entrevistas en radio y podcasts, Ritvo habló de su sufrimiento. Pero rechazaba la idea de que era víctima de la enfermedad — especialmente una víctima heroica.
Ritvo estaba escribiendo hasta apenas días antes de su fallecimiento y le había dicho a su familia que el final estaría cerca cuando no podía escribir más.