Guatemala

Muerte de niños genera consternación en el país

Dolor y consternación generó ayer en el país la muerte de dos niños que fueron atacados a machetazos por un individuo en la Escuela Oficial Rural Mixta San Juan de la Asunción, en Tactic, Alta Verapaz, cuando se preparaban para los actos en conmemoración de la Independencia.

Un bombero Voluntario cubre el cuerpo de Juan Armando Coy Caal, de 13 años, que yace en el salón de tercero primaria, donde estudiaba.

Un bombero Voluntario cubre el cuerpo de Juan Armando Coy Caal, de 13 años, que yace en el salón de tercero primaria, donde estudiaba.

Cuando el victimario se disponía a agredir a otro estudiante, un grupo de vecinos intervino y en el patio del establecimiento lo golpearon hasta darle muerte. Se indicó que el individuo iba acompañado de otro que logró escapar.

Los infantes muertos fueron identificados como Evelyn Yanira Saquil Bin, de 8 años, y Juan Armando Coy Caal, 13, quienes cursaban primero y tercero primaria, respectivamente.

El agresor, Julio Saquil Xicol, 35, fue linchado por los vecinos enardecidos, quienes afirmaron que él se mantenía drogado y había causado problemas días antes en ese plantel.

Al trascender la noticia, cientos de personas a través de las redes sociales y otros medios manifestaron repudio por esos actos.

Minutos de terror

La directora de la escuela, Olga Marina Tun, refirió que a las 7.20 horas llegó Saquil Xicol al establecimiento, machete en mano. Los niños se encontraban en sus salones.

“Preguntó si habían niños y se le contestó que no, pero él entró y cerró la puerta y nos empezó a seguir en el aula”, contó Tun.

De acuerdo con distintas versiones, Saquil Xicol ingresó en un aula y atacó al primer niño, quien, aunque intentó defenderse, murió macheteado.

Seguidamente el atacante se encerró en un salón con la niña a quien ultrajó, pero cuando fue descubierto por los maestros atacó a la menor con el machete, le cercenó los dedos de una mano y finalmente la mató.

Trascendió que un cómplice amenazó a las maestras mientras Saquil Xicol cometía el ataque.

Una vecina dijo que llamó a la Policía Nacional Civil (PNC), pero respondieron que no tenían gasolina para viajar. “Les ofrecimos taxi y tampoco llegaron”, añadió.

Cuando este intentaba agredir a un tercer estudiante, fue copado, desarmado y sacado a golpes al patio de la escuela, donde fue linchado. Para reducirlo, un vecino le disparó a una pierna.

El bombero Voluntario Wilson Cahuec, que atendió la llamada de emergencia, narró: “En la primer aula se encontraba el niño, degollado totalmente, y quisimos ingresar en la siguiente aula, pero no nos lo permitieron porque allí estaba el individuo”.

Agregó: “Logramos rescatar a una niña de aproximadamente 12 años. Estaba debajo de una mesa, escondida”.

Juan Francisco Coy, padre de Juan Armando Coy, se encontraba en su trabajo cuando le informaron por teléfono sobre la tragedia.

“Conocemos al agresor. Es de esta colonia. Solo lo conozco como Julio, y nadie sabe qué pasó”, dijo el padre.

Mateo Saquil Chiquín, padre de Évelin Yanira Saquil Bin, describe al atacante como una persona violenta y alcohólica.

“Yo no tenía problemas con el señor que la mató. Él era drogadicto y no lo encerraron de una vez en la cárcel. Solo estaba tres días y lo soltaban otra vez. Ese es el problema”, señaló mientras observaba el cuerpo de su pequeña hija, aunque reconoció que debe proteger a otras cuatro.

Antecedentes

La directora del plantel recordó que el agresor había llegado dos días antes y había insultado a maestros y estudiantes, y antes de retirarse defecó en un salón de clases.

“La Policía ya sabía del hecho y se le pidió ayuda, y solo le llamaron la atención”, recordó Tun.

La comunidad estudiantil está convencida de que si la PNC hubiera tomado acciones drásticas en la primera agresión, no habría llegado al extremo sangriento.

El presidente Otto Pérez Molina lamentó el ataque y agregó que se debe investigar por qué se dan hechos como esos, que no tienen ningún tipo de justificación, y advirtió de que no se permitirán.

“Es lamentable, primero, el hecho de que dos menores hayan sido degollados, y luego, que la población haya hecho justicia por su propia mano”, expuso el mandatario durante una visita a Chichicastenango, Quiché.

Agregó: “Estamos pidiéndole a la población que efectivamente nos ayude y colabore, pero en entregarlos a la justicia y ponerlos —a supuestos delincuentes— a disposición de la Policía Nacional Civil”.

El procurador de los Derechos Humanos, Jorge De León, expuso que este tipo de acciones son consecuencia de la falta de valores en la sociedad.

“Esto va de la mano con un estado de Derecho débil. La impunidad es enorme, es el gran origen de nuestros problemas. Los delincuentes no tienen temor a la Ley y hacen lo que les da la gana”, subrayó.

Pesar

Las reacciones no se hicieron esperar y la ministra de Educación, Cynthia del Águila, viajó a Tactic para verificar las condiciones de esa escuela.

La funcionaria conversó con las maestras y dijo que por ahora no se permitirá dar clases y que se agilizarán las gestiones para la construcción de un muro perimetral que resguarde a los estudiantes y maestros.

Pedro Teyul, presidente del Consejo Comunitario de Desarrollo, lamentó que las acciones se tomen en forma tardía.

“Es una lástima que hasta que suceda algo nos hacen caso. Las maestras han pedido ayuda para construir un muro, para evitar que entren los malhechores”, agregó.

El párroco, Rodrigo Garza, conmovido por el trágico ataque declaró duelo en la comunidad.

“Estamos aquí para acompañar a las familias. Así mismo, para orar por el alma de las dos criaturas que se preparaban para ser útiles a la sociedad. Las campanas de la iglesia suenan, en señal de duelo”, afirmó.

Secuelas

Víctor López, psiquiatra social y consultor internacional de salud mental, explicó que este hecho en particular es muy relevante, porque son comunidades muy pequeñas, con pocos habitantes, y la dinámica es de mucha unión.

“No creo que haya un modelo prefabricado para este caso, pero sí se debe tomar con seriedad y responsabilidad, siguiendo la parte cultural. Sentarse con la gente a ver qué pasó, y promover la salud mental y un enfoque psicosocial” a quienes deben continuar sus labores, sugirió.

Leonel Dubón, director del Refugio de la Niñez, comentó que es imprescindible el acompañamiento psicológico para los escolares y educadores.

“Los niños presenciaron dos hechos de violencia que pueden ocasionar trauma en su vida: la muerte de sus compañeros y el linchamiento. El agresor fue linchado en la escuela”, enfatizó Dubón.