Durante el acto de inauguración, Gregory Howell, director de la Oficina de Crecimiento Económico de la Agencia para el Desarrollo de Estados Unidos (Usaid), dijo que con la planta se espera superar las ventas anuales en por lo menos US$1.6 millones, unos Q12 millones.
Usaid donó US$270 mil para la construcción, mientras que la Asociación de Organizaciones de los Cuchumatanes (Asocuch) invirtió US$250 mil.
Por ahora hay 733 familias beneficiarias y podrían sumarse otras de la región, que abarca, además de Chiantla, los municipios de Concepción Huista, Todos Santos Cuchumatán y San Juan Ixcoy, Huehuetenango.
La planta consiste en maquinaria que permite lavar, clasificar y empacar la papa, con capacidad para 80 quintales por hora, cuando de forma artesanal los productores solo lograban 10 quintales.
El funcionario dijo que por las variedades Icta, Frit, Loman y Tayacán que cumplan con estándares de calidad de los clientes compradores nacionales y regionales, esperan que se pague lo justo al productor por la producción de las papas, al seguir de cerca buenas prácticas en el proceso agroindustriales y administrativo.
El proyecto es manejado por la comercializadora Meseta de los Cuchumatanes, S.A., (Comecsa), sociedad que se formó con el objetivo de encontrar mercados, como resultado de l cual ya hacen ventas semanales a la cadena de supermercados Walmart, explicó Sergio Alonzo, gerente técnico de Asocuch, que destacó la importancia de la planta para los productores que llevan años tras este proyecto.
“Hemos logrado el sueño de 15 años de tener un centro para dar valor agregado a la papa, la cual constituye la dieta y medio de vida principal para los habitantes de los Cuchumatanes, en conjunto con las ovejas, en las condiciones difíciles de la sierra”, expresó Alonzo.
40 tipos de papa hay en Huehuetenango.
El entrevistado indicó que Asocuch presentó la iniciativa a la Usaid en el contexto del programa “Comercio y alianzas de mercado”, el cual financia iniciativas como estas en Centroamérica, que incluye equipamiento, asistencia técnica y buenas prácticas agrícolas.
La línea de lavado de papa agrega calidad al producto, pues luego de esta etapa, se empaca y se vende a un mercado con precio diferenciado, explicó Alonzo.
La máquina tiene capacidad para lavar 80 quintales por hora, mientras que cuando se hacía de forma manual exigía una alta inversión de tiempo, esfuerzo físico y agua.
600 mil quintales de papa se producen al año.
El gerente técnico de Asocuch informó que en Todos Santos será inaugurada próximamente otra planta como esta, pero con menor capacidad, ya que solo podrá lavar 40 quintales de papa por hora, con una inversión de unos US$100 mil, el equivalente a Q775 mil.
