Se trata de la derrota más importante del grupo a manos de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), una coalición de combatientes árabes y kurdos apoyados por Estados Unidos.
Además de la importancia estratégica para el abastecimiento de los yihadistas, Estados Unidos calificó a Manbij de base logística para la salida de los combatientes del EI hacia Europa, donde el grupo reivindicó varios atentados.
Expulsados de Manbij, que controlaban desde el 2014, tras una batalla de más de dos meses, los yihadistas habían tomado con ellos a unos dos mil civiles como escudos, entre ellos niños.
Entre ellos “figuran habitantes que fueron utilizados como escudos pero también muchos que decidieron salir voluntariamente de la ciudad por miedo a represalias” de las FDS, explicó Rami Abdel Rahman, director del Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH) .
Varios cientos “se encuentran ahora en libertad”, precisó el OSDH, una organización con sede en Londres que dispone de una amplia red de fuentes en Siria.
Ya no hay yihadistas
Una fuente de las FDS afirmó que “parte de los civiles pudo escapar por la carretera que conduce a Jarablus -bastión del EI al norte de Manbij-”, mientras que “otros fueron puestos en libertad”. Se desconoce si todos los civiles secuestrados fueron liberados.
Cuando sus adversarios intentan tomar las ciudades que controlan, los combatientes del EI utilizan a los civiles como escudos humanos, ya sea escondiéndose entre ellos para evitar los bombardeos o tomándolos como rehenes.
Las FDS lograron controlar el 6 de agosto Manbij, pero un puñado de yihadistas resistió durante una semana. El sábado el OSDH y una fuente de las FDS confirmaron la salida de todos los combatientes del EI.
“Ya no hay ningún combatiente del EI”, indicó la fuente de las FDS. “Ya no hay ni yihadistas, ni partidarios del grupo. Se marcharon todos”, indicó Abdel Rahman.
290 mil personas han muerto en Siria desde el 2011.
La televisión Kurdistan24, con sede en Erbil (Irak), difundió imágenes de civiles alborozados en la ciudad, de mujeres en nicab besando a combatientes kurdos y de otras mujeres sonrientes con el rostro descubierto portando a sus bebés.
Ante la cámara, una mujer quema un largo vestido negro impuesto a las habitantes por los yihadistas, mientras que los hombres se cortan la barba con tijeras. El EI prohíbe a los hombres afeitarse la barba en las zonas bajo su control en Siria e Irak.
“La batalla fue muy dura” , afirmó una fuente kurda. “Y los yihadistas habían minado (…) la ciudad”.
“Un combatiente de las FDS entró el viernes último en una casa, donde había un zapato sobre un ejemplar del Corán. Cuando lo quitó, se produjo una explosión y lo mató”, cuenta esta fuente.
El corresponsal de la AFP había constatado estas últimas semanas enormes destrucciones en la ciudad, blanco especialmente de los bombardeos de la coalición internacional antiyihadista encabezada por Estados Unidos.
Según el OSDH, desde el inicio de la ofensiva, 437 civiles murieron, entre ellos 105 niños en Manbij y su región.
Entre los civiles, 203 fallecieron en los bombardeos de la coalición antiyihadista dirigida por Estados Unidos. En el mismo período, 299 miembros de las FDS perdieron la vida, así como mil 19 yihadistas.
Las FDS son una de las principales fuerzas antiyihadistas en Siria, donde la guerra ha matado desde 2011 a más de 290 mil personas y ha obligado a millones a abandonar sus hogares.
El EI, responsable de atrocidades como secuestros, violaciones o decapitaciones, continúa controlando vastas regiones del norte sirio.
La guerra en Siria, comenzada tras la represión de manifestaciones pacíficas prodemocracia, se volvió más compleja con la intervención de países extranjeros y el auge de los yihadistas.