El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov, señaló poco antes de que se diera a conocer el veredicto que su país “utilizará todas las opciones jurídicas” para defenderse, pese a que según los demandantes éste es inapelable.
La decisión judicial coincide con un periodo tenso para Rusia, objeto de crecientes sanciones de Europa y Estados Unidos por su implicación en el conflicto que enfrenta a Kiev con los separatistas prorrusos del este del país.
Yukos, antiguo número uno del petróleo en Rusia, fue desmantelado hace diez años bajo acusaciones de fraude fiscal en un caso que muchos vieron como un intento del Kremlin de frenar las aspiraciones políticas de su fundador, Mijail Jodorkovski.
La Corte Permanente de Arbitraje confirmó que el principal objetivo era “precipitar la bancarrota de Yukos para beneficio del Estado vía (la petrolera estatal) Rosneft”, dijo Osborne.