La casa se pondrá en marcha con la colaboración de Central Care and Support y dará alojamiento a 16 mujeres de entre 18 y 30 años que formarán parte de un programa de tres meses en el cual se llevarán a cabo diferentes actividades, como reiki o yoga.
En septiembre de 2011, tras la muerte de Winehouse, su familia puso en marcha la fundación que lleva su nombre con el propósito de prevenir el abuso de drogas y alcohol por parte de jóvenes.
Según Jane Winehaouse, madrastra de Amy y administradora de la Fundación, este proyecto “marcará una gran diferencia para muchas mujeres jóvenes, al proporcionarles un ambiente seguro donde reconstruir sus vidas y donde poder poner en práctica lo aprendido durante su tratamiento”.