Algo útil
“Deseando aprovechar los datos recogidos con tal objeto, concebimos la idea de publicar este libro, haciendo para ello los cambios y ampliaciones convenientes. Tal como lo ofrecemos a los lectores, este trabajo es, aunque sin el carácter serio de un tratado de historia, un esbozo de la vida del país, desde los tiempos precolombinos, hasta el terremoto de Santa Marta (1773), que dejó en ruinas a la entonces próspera capital de Centroamérica. Es, también, una especie de guía o álbum de esas ruinas, a la vez que es una ligera descripción geográfica de la olvidada metrópoli y de sus poéticos alrededores. No pretendemos ofrecer nada nuevo, pero sí algo útil”, escribió Castañeda.
Si bien Una ciudad histórica (Antigua Guatemala). Su pasado y su presente, no pretendió ser un texto histórico, a más de un siglo de su publicación, su contenido es una rica fuente de referencia. Castañeda y sus colaboradores sintetizaron la información de varios documentos y autores.
“De manera especial (consultamos) al padre Domingo Juarros y a José Milla y Vidaurre. El primero nos ha suministrado los datos de los conventos y otras instituciones; y en cuanto al segundo, su relato nos ha servido de base, respecto a la prehistoria, a la Conquista y a la época Colonial; aunque hemos emitido juicios enteramente nuestros. Y en esto consiste la originalidad del libro. Para nosotros la historia es ante todo, y sobre todo, análisis, reflexión, criterio”.
Contenido
El libro aporta datos geográficos de Antigua Guatemala, de sus volcanes cercanos e información de las comunidades indígenas de los alrededores. Aborda también las épocas de la Conquista y la Colonia, se explaya al mencionar las costumbres de los conquistadores y datos biográficos de Pedro de Alvarado, Beatriz de la Cueva y fray Bartolomé de las Casas.
Describe también las catástrofes y traslados que tuvo la Ciudad de Guatemala, y habla del desenvolvimiento intelectual y artístico de la vieja metrópoli, así como de sus ruinas, especialmente de los templos. Incluye, en la parte final, un apartado sobre las tradiciones y cierra con sugerencias para hacer excursiones y conocer los atractivos naturales de la hoy ciudad colonial.
Comercios
La guía es un referente de la publicidad de antaño. De 180 páginas, 68 corresponden a pautas comerciales. Los negocios se anunciaban básicamente con elementos tipográficos, algunos lo hacían en inglés, otros sobresalieron por incluir dibujos o fotografías de sus productos.
Resalta el año de publicación, una década antes de los terremotos que afectaron a la Nueva Guatemala de la Asunción de diciembre de 1917 a enero de 1918. El documento es un referente de la actividad comercial que hubo a comienzos del siglo XX en la capital.
El Hotel Exposición, que abrió en 1897, destacó en su anuncio que se ubicaba “a media cuadra del tranvía para la estación del Ferrocarril Central y otras direcciones”.
El Establo Americano, que asimismo era hospital veterinario, recalcó que tenía “toda clase de carruajes para paseo, diligencias para camino, caballos y mulas de silla y para camino”.
Además, que recibía “bestias a pensión” y que contaba con “servicio especial de carruajes a la Antigua”. El local estaba en la esquina de la 12 avenida Sur y 16 calle Oriente.
Farmacias, talabarterías, casas de productos de importación, empresas de bebidas, hoteles, el ferrocarril, bancos, centros educativos, beneficios de café, entre otros negocios, integraron dicha pauta. Se anunciaron 112 establecimientos, en su mayoría capitalinos.
Famosa
La guía realza que durante 231 años la Antigua Guatemala fue “un emporio, un centro de gran importancia: nutrido y desarrollado con los elementos y riquezas de seis provincias (Chiapas, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica). En la época de su mayor auge esa ciudad fue la segunda de toda América: más grande que Nueva York y Buenos Aires”.
Se menciona también que en abril de 1907 la famosa revista National Geographic publicó un reportaje sobre Centroamérica, en el apartado correspondiente a Guatemala menciona la otrora capital en Una famosa capital española y cita parte del texto: “Las ruinas de 45 iglesias pueden ser contadas y en la vecindad de cada una de ellas, las de los respectivos conventos. Algunos de estos ocupaban varios acres, y tenían celdas para 500 o 600 monjes o monjas. Varias de las iglesias son tan grandes como la Catedral de Nueva York”.