Nadia Schechner, de 37 años, dueña del salón, festejaba el cumpleaños de su hija, cuando fue sorprendida por Adrián Biolatto, de 38, que ingresó al lugar y con un cuchillo la apuñaló varias veces ante la mirada azorada de niños y adultos presentes.
Eran una pareja y tenían dos hijos, uno de 12 años y la niña de 7. Según el relato de los padres y amigos de la mujer habrían tenido una discusión fuerte la noche anterior.
El hombre, totalmente alterado, intentó luego quitarse la vida cortándose el cuerpo, pero sobrevivió y fue trasladado a un hospital donde quedó detenido con guardia policial.
“No se puede entender la saña con que mató a esta mujer que eran muy querida en la ciudad. Todos los conocíamos a Nadia y era una chica muy amable de un corazón enorme”, dijo a la prensa en el lugar una vecina que no dio su nombre.
Los casos cada vez más visibles de feminicidios conmueven en Argentina donde centenares de miles de personas han protagonizado marchas en rechazo la violencia contra las mujeres, bajo la consigna “Ni una menos”.
Argentina cuenta desde 2012 con una ley que pena con cadena perpetua al hombre “que mate a una mujer o a una persona que se autoperciba con identidad de género femenino”, pero no siempre la justicia aplica la figura a los autores de los crímenes.
Militantes de la causa vienen reclamando además una ley que quite la patria potestad a los hombres condenados por feminicidio, porque muchas veces los hijos de esas mujeres terminan quedando a cargo del asesino de su propia madre.
En Argentina, cada 30 horas una mujer muere a manos de su pareja o expareja, según la asociación civil La Casa del Encuentro, que desde 2008 elabora una estadística y cifró en 286 las víctimas de feminicidios en Argentina en 2015.
De acuerdo con lo que publica el diario El Clarin la pareja había tenido una fuerte discusión la noche anterior, no obstante, el hombre no tenía antecedentes de violencia familiar.