Telas típicas en las manos de jóvenes diseñadores con una visión futurista y enfocados en el mundo de la alta costura se han fusionado de manera perfecta para poner en el mundo de la alta costura nacional e internacional la vistosidad de uno de los grandes legados de la cultura maya, sus textiles.
Estilo, materia prima de primera y prendas hechas a la medida, colocan a Guatemala hoy en día en el mundo high fashion o de la alta moda como se conoce en inglés a este mercado.
Diseñador de modas graduado de Seattle Art Institute.
En los últimos 10 años ha confeccionado ocho colecciones con textiles de las diferentes regiones del país.
“En Guatemala tenemos una riqueza única, en cada textil se cuenta una historia, la esencia de la cultura se transmite a través del textil”, afirma Eduardo Figueroa, diseñador y dueño de la firma que lleva su nombre.
Transformación
El auge en la utilización de los tejidos típicos se inició hace 10 años, aproximadamente; sin embargo, según los diseñadores, la inspiración para trabajar en diseños más industrializados comenzó desde hace unos cinco.
Las prendas se han convertido en un atractivo importante, sobre todo en mercados como Europa y de manera reciente, Estados Unidos.
A través de Unik crea diseños únicos con cortes o güipiles.
La marca ofrece pantalones, faldas, blusas, abrigos, sacos, vestidos, fajas y accesorios artesanales.
El mundo de la elegancia y el glamur en el país ha crecido a pasos agigantados en los últimos 10 años.El interés es tal que los compradores están dispuestos a pagar desde US$60 a US$1 mil por una prenda.
En opinión de Liza Carrillo, creadora de la marca Vessel, a pesar de que en el país no existe nadie que trabaje con el certificado Haute Couture, otorgado por la Cámara Sindical de Francia, existen diseñadores que elaboran piezas a la medida, con acabados de alta calidad y hechos a mano, que los hace altamente cotizados.
Para Keren Noriega, directora creativa y diseñadora de Keno Couture, una de los puntos más importantes para los diseñadores es la carta textil que usan, porque a partir de ella se puede inspirar en diseños y determinar los colores y tejidos a utilizar para poder jugar con cortes, estructuras y volúmenes.
Ha presentado sus diseños en Miami, Nueva York y Bogotá.
La diseñadora es reconocida por la creación de sus bolsas inspiradas en textiles típicos guatemaltecos.
Los diseñadores consultados coinciden en que el trabajo más apreciado por el cliente es el que está certificado bajo el sello de comercio justo, que sea sostenible, de calidad y esté hecho a mano, para poder pagar su alto precio.
Sin embargo, afirman que en mercados como el latinoamericano, aunque crece el interés por comprar este tipo de prendas, en muchas ocasiones no están dispuestos a pagar el precio justo.
Exigencia mundial
Expertos en la industria de la moda indican que las prendas deben estar confeccionadas con ciertas características especiales para que sean catalogadas de haute couture.
Por el momento no utiliza textiles típicos para sus diseños.
Sin embargo, la diseñadora dedicó su tesis a la innovación para el taller de un artesano de San Juan Comalapa.
La Cámara Sindical de Alta Costura, fundada en 1973, dictamina, desde entonces, los requerimientos para las firmas que aspiran al título; además, evalúa y decide qué atelier —taller— cumple con los requisitos para recibir legalmente la denominación Haute Couture.
Según el sitio web Hola.com, de México, esta organización exige que para que la marca pueda recibir el nombre, sin excepción alguna, deberá cumplir con lo siguiente:
Presentar dos colecciones al año de, por lo menos, 35 salidas para usar en el día y por la tarde. Deben presentarse en donde nació la alta costura: París.
Además, la firma deberá tener un atelier en París, en el que trabajen, como mínimo, 20 personas a tiempo completo.
Fusiona glamur y tecnología textil y artesanal en sus prendas.
Creadora de la marca Vessel by Liza Carrillo, propone tendencia y busca rescatar tradiciones culturales del país.
Los diseños deben estar confeccionados a mano, a la medida y llevando tres o más pruebas de vestuario para asegurar la perfección de la pieza.
La costurera —también conocida como petite main— que comienza la pieza desde el boceto será quien deberá terminarlo.
Cada pieza supone entre 100 y mil horas de trabajo artesanal y no se pueden producir más de 10 con el mismo diseño.
El precio de las prendas debe oscilar entre €16 mil hasta €60mil euros.
800 mujeres en el mundo, según www.hola.com, son las que pueden adquirir piezas de Alta Costura.
En la semana de la moda
Angela Missoni, reconocida diseñadora italiana, se inspiró en los colores, textiles y cultura de Guatemala para la creación de su colección.
La serie de Verano para Hombres SS 2017, que se presentó en la Semana de la Moda, en Milán, Italia, el pasado mes, posee una paleta de colores contrastantes y patrones con diseños de los trajes tradicionales de Guatemala, que se fusionan en el presente y pasado, tradición, gente e historia del país centroamericano.
7 Mil US$ es el valor aproximado de un puesto en una feria de moda a nivel internacional.
Missoni, en su portal web, dice que la colección “se eleva por encima de las montañas escarpadas de los Cuchumatanes, bordea la boca ardiente del Volcán de Fuego, se cepilla en las aguas turquesa de Semuc Champey, se desliza a través de la exuberante selva Lacandona y guarda las ruinas mayas de oro de Tikal. En el ascenso, una abstracción visual gráfica de un terreno desplegada. En el descenso, una profusión de color, textura y movimiento constante”.
Según el portal Women’s Wear Daily, Angela Missoni visitó Guatemala a los 15 años y desde ese momento, la diseñadora ha querido regresar.
Junto a su socia, Patricia Arriaza, crearon Maiz & Matiz.
Incorpora una línea de prendas inspiradas en tejidos típicos en tela elástica que fusiona color y comodidad.
Exposición de colecciones
En la industria de la moda internacional se realizan dos colecciones al año, primavera-verano e invierno-otoño.
Para exponer en pasarelas internacionales se deben confeccionar las prendas de manera impecable, con diseños creativos. Deben ser piezas únicas, además que deben tallar a la perfección.
La diseñadora Liza Carrillo afirma que la inversión para participar en una pasarela es de US$15 mil, aproximadamente, ya que se debe gastar en la colección, viáticos y boletos aéreos, entre otros gastos.