El presidente Morales es como un histrión mediático, que no ha encontrado la ruta de orientación de su periodo de gobierno y mucho menos hacia una agenda estratégica de país. Ha caído en la tentación de la exposición mediática, dejando al descubierto sus limitaciones en el manejo de la agenda pública y su escaso conocimiento de los temas de país.
Sus intervenciones en espacios nacionales e internacionales siguen siendo con abordajes jocosos de temas controversiales. Sus declaraciones poco asertivas despiertan polarizaciones y críticas innecesarias producto de su pésimo manejo de comunicación política.
El contenido de su agenda refiere que hay una estrategia para mantenerlo entretenido en trivialidades, alejándolo del manejo estratégico del Gabinete y las políticas públicas priorizadas. Muchos viajes y relacionamiento con actores sociales sujetos pasivos de la agenda pública.
Cristian Álvarez, analista, catedrático de economía y política, y director del Cadep, de la UFM
Le ha pesado la falta de equipo y la falta de experiencia, pero sobre todo la incapacidad de convocar a los distintos liderazgos nacionales a un diálogo para marcar el rumbo.
El presidente no es el líder que todos quisimos que fuese. No dirige a los ministerios, no presentan iniciativas de ley, no está en los momentos críticos del país y de la coyuntura. No opina sobre la realidad nacional, se esconde detrás de otros liderazgos como el de Thelma Aldana e Iván Velásquez, así como de Mario Taracena, y deja mucho espacio a su manchada bancada para negociar en el Congreso.
En lugar de ser él quien lidere un cambio y reordene el presupuesto del 2017, se esconde detrás de un presupuesto participativo, que refleja que el presidente no tiene prioridades, e incluso empezamos a pensar que su Presidencia no tiene objetivos claros para los restantes 3.5 años
Sigue manteniendo el beneficio de la duda de la población, pero las expectativas confirman que Morales será una figura de transición y no un agente de cambio. Ha dejado claro que será un presidente no corrupto, pero no será el estadista que muchos anhelaron.
Y si la pregunta es ¿cómo ha manejado los primeros 180 días de su gobierno?, mi calificación es un 2 de 10. Se le fue el tiempo. Desperdició su capital político con acciones equivocadas como permitir tránsfugas en su bancada, no trabajar de la mano con sus diputados originales, no promover la transparencia en los nombramientos de gobernadores y puestos claves de gobierno, magistrados a la Corte de Constitucionalidad, y por supuesto ya es costumbre desperdiciar su agenda en visitas que no son relevantes para el rumbo del país.
Víctor Gálvez Borrell, director de incidencia pública de la URL
Durante el semestre, la sensación de falta de liderazgo y de conducción estratégica del presidente Morales, que caracterizó el inicio de su gestión, tiende a consolidarse y ello, a pesar del contrapunto que producen algunos de sus aciertos (presupuesto abierto, interés por mejorar la comunicación, apertura a ciertos cambios y reformas, así como una relativa sensibilidad al diálogo).
Asíes
La popularidad de la que sigue gozando es evidente, aunque sus niveles de aceptación se están reduciendo. Se identifica interés en mostrarse siempre abierto para comunicar el trabajo del Ejecutivo. No obstante, hay debilidades en la estrategia de comunicación y esto ha afectado principalmente su relación con los medios de comunicación.
Elena Díez y Juan Alberto Fuentes Knight, del Movimiento Semilla
Se confirma su falta de visión y orientación estratégica. Ello se combina con su capacidad limitada y superficial de comunicarse. Su gran sentido del humor se combina con su poco sentido de Estado. Muchos de los problemas que manifiesta el poder Ejecutivo y el Gabinete en su conjunto responden a su limitada capacidad de conducción.
Daniel Pascual, dirigente del CUC
No aparece por ningún lado “la nueva política”. Su consigna “ni corrupto ni ladrón” se quedó en eso, en una consigna, ya que la compra de los diputados para hacer de la bancada FCN-Nación la mayor bancada, es contraria a lo que tanto expresó en su campaña. A nadie convenció eso de que no tiene nada que ver con la bancada oficial.
Las iniciativas para darle un papel protagónico al Ejército han generado desgaste y rechazo como en el caso de los pupitres, que los bienes que se extinguen pasen al Ejército, el desfile militar, además de seguir con las declaraciones desatinadas como ofrecer mano de obra barata para Donald Trump o lo que expresó en relación a las víctimas del conflicto armado interno.