Miles de personas se congregaron desde la madrugada del domingo frente a la aduana de San Antonio y muchos de ellos durmieron con sábanas y colchonetas en las avenidas bajo una intensa lluvia.
También se concentraron muchos venezolanos en los otros puentes habilitados para el cruce en Ureña, en la zona norte de Guaramito, donde confluyen los estados Mérida y Zulia y en el José Antonio Páez en el sur.
Jailyng Rivas, un ama de casa de 42 años llegó a San Antonio con sus dos hijos desde San Cristóbal, la capital del estado del Táchira.
“Salimos de casa a las 3.30 de la madrugada, logramos transporte público desde el terminal, con cola y todo llegamos como a las 4.30 y esperamos hasta que autorizaran el paso”, indicó.
Rivas explicó que llegó a Cúcuta con 25 mil bolívares con los que pudo comprar 24 rollos de papel higiénico, champú, arroz, pasta, frutos secos, detergente, harina, carnes y pollo “más barato que en un local de víveres o a un bachaquero”, en referencia a quienes revenden los productos subvencionados por el Estado en Venezuela a un precio muy superior.
La reventa de los productos básicos subsidiados ha contribuido significativamente a fomentar su escasez en el país petrolero y ha ocasionado que resulte más barato comprarlos ahora en el país vecino.
Todo ello pese a que este domingo las casas de cambio de Cúcuta daban 0.25 centavos de peso colombiano por un bolívar venezolano, cuando hace unos años se conseguían de 13 a 17 pesos por ese mismo bolívar.
Yaider Colmenares, una joven de 20 años próxima a dar a luz llegó también desde San Cristóbal porque no consigue pañales, toallas sanitarias ni leche de fórmula para el recién nacido.
“Había mucha comida, era increíble vivir otra vez la experiencia de entrar a un supermercado” afirmó Kevin Duarte, residente de Mérida y trabajador de una empresa de bebidas internacional que, según él, ya está a punto de cerrar por falta de insumos y dólares.
Sin embargo, para la secretaria de Gobierno de Táchira, Miriam Febres, “todo esto fue un acto organizado por la derecha de Venezuela para hacer ver ante el mundo que en Venezuela y Táchira no hay comida”.
Febres aseguró que “no había necesidad” de cruzar la frontera porque “el Gobierno abastece de productos los mercales (supermercados públicos) y los Clap (Comités Locales de Abastecimiento y Producción) van a ser la solución a esta guerra económica”.