El canal de cemento por donde pasa el Río Bravo es usado por artistas locales para expresarse. Ante la falta de agua, el cauce está seco la mayor parte del año y el espacio se convierte también en área de juegos o cancha de futbol para los niños.
La caricatura del virtual candidato a la Presidencia de Estados Unidos aparece con unas grandes orejas de Mickey Mouse sosteniendo en la mano derecha una pala de albañil y en la izquierda un ladrillo que dice México.
“Le pusimos las orejas de Mickey porque es muy chistoso lo que dice y lo que hace, sus gestos, sonidos. Es como un personaje. Y le pusimos la herramienta de construcción porque él dice que va a construir un muro, pero, pues, si llega a ganar, él es quien lo va a hacer, no nosotros como dice”, explica el grafitero, que prefirió omitir su nombre.
El artista, que estudió diseño y arte, afirma que la pintura tiene como objetivo hacer un llamado a los votantes estadounidenses para que no apoyen a Trump, ya que considera que a través de sus discursos promueve la violencia y el odio contra los latinos.
“Que se fijen bien por quién van a votar. Este señor siempre está hablando en contra de los mexicanos y los latinos. Buscábamos pintarlo en cualquier lugar y se dio que fuera aquí y eso resultó muy bueno pues la gente que viene de El Paso (Texas) alcanza a mirarlo desde el puente”, cuenta.
La ubicación del mural completa un cuadro cotidiano de la frontera norte de México: elementos de la “Border Patrol” recorriendo la orilla estadounidense del Río Bravo y miles de personas que cruzan de un país hacia el otro de manera legal por el Puente Internacional Santa Fe.
A unos metros se ubica el refugio y comedor para migrantes El Pescador, al cual diariamente llegan a comer y a pasar la noche hombres y mujeres en busca del “sueño americano”.
“Sí, he visto a ese señor en las noticias, pero no se más”, dice Iván de 20 años, un mexicano que llegó a Ciudad Juárez desde el centro de ese país y que se refugia en El Pescador mientras espera para tratar de cruzar a Estados Unidos.
Jesús Tavizón Rodríguez, director de El Pescador, afirma que no le preocupa lo que Trump pueda decir o hacer, sino el sufrimiento de quienes se arriesgan por una mejor vida. Su experiencia le dice que los migrantes no dejarán de cruzar hacia Estados Unidos pese a las dificultades que se les impongan.
Junto al Trump del Río Bravo, varios niños juegan a la pelota. Uno de ellos es José, que reconoce en la pintura “al güerito” (el rubio) que ha visto en las noticias y que no quiere a los mexicanos.
El grafiti fue pintado en el borde del lado mexicano del Río Bravo casi al pie del puente, que por las noches también sirve de espacio para dormir a indigentes y migrantes que esperan un descuido de la patrulla fronteriza para cruzar.