El Soldado del Pueblo
Árbenz recibió la Presidencia de manos del primer gobernante de la época revolucionaria, Juan José Arévalo Bermejo.
El mandato presidencial de Árbenz, que debía terminar el 15 de marzo de 1957, duró tres años, tres meses y doce días.
Su mandato teminó de forma abrupta, empujado por lo que se consideró una conspiración extranjera en su conta.
La toma de posesión del coronel Árbenz se llevó a cabo en el Estadio Revolución hoy conocido como Doroteo Guamuch, en su discurso se refirió a su antecesor, el Doctor Juan José Arévalo, de quien dijo que era un gran pensador, patriota y un ciudadano incorruptible.
El mandatario dijo que la época del Dr. Arévalo había sido la más democrática de Guatemala. En otro estrato de su mensaje dijo que su gobierno se proponía iniciar con el desarrollo económico de Guatemala y exhortó a los sectores populares y grupos políticos que mantuvieran vivo el espíritu de la democracia y de la Revolución de Octubre del 1944. Guatemala será un país próspero, moderno, modelo democrático finalizo diciendo
Árbenz abre créditos el 03 de octubre 1951
Árbenz recomendó a las instituciones crediticias del país para que se facilitaran créditos a los particulares esto con el afán de intensificar la producción agrícola, ganadera e industrial.
Esto lo dijo durante la junta que celebró el Consejo Nacional de Economía en la cual se trataron exclusivamente problemas relacionados con la política de crédito.
El presidente Árbenz junto al Gerente del Banco de Guatemala, coincidieron en que durante los últimos cinco años las funciones de los Bancos habían favorecido principalmente a la agricultura, y ganadería, el comercio, la industria, la minería, y los transportes así como la edificación y construcción, y que por ultimo habría sido consumo.
Luego de la reunión el presidente había quedado altamente satisfecho con las cifra alentadoras que proporcionaron las instituciones bancarias a quienes recomendó que implementaran políticas crediticia para ayudar a los productores, agrícolas, ganaderos e industriales.
El circulante en 1946 era de Q50 millones, y más tarde había ascendido a Q67 millones.
4 de febrero de 1954
En febrero de 1954, Árbenz solicitó a los partidos políticos, que se unificaran ante los ataques de que estaban siendo objeto la política revolucionaria de su gobierno, a través de la prensa reaccionaria que funcionaba en el país y de las cadenas de periódicos extranjeros y de Estados Unidos, en especial.
En esa fecha agradeció el homenaje ofrecido por el Partido de la Revolución Guatemalteca, PRG, en el salón de recepciones del Palacio.
Dijo que a pesar de los ataques, no daría ni un paso atrás en su política interna y externa, y agradeció el apoyo del Partido de la Revolución Guatemalteca, por medio de su secretario general, Augusto Charnaud MacDonald.
?Afirmó el presidente, que ahora, más que nunca, las fuerzas populares y los partidos democráticos que lo apoyaban, debían mantenerse unidos. Y afirmó estar convencido de que la revolución, saldría airosa de todos los obstáculos.
19 de junio 1954
El 19 de junio de 1954 se confirmó que aviones piratas habían incursionado en la capital y que dispararon indiscriminadamente, lo cual dejó varias víctimas inocentes. Entre las cuales estaba Rafael Sánchez Vega, quien al ser entrevistado por Prensa Libre dijo: “Me encontraba en la puerta de mi casa junto a mi hermano Cirilo y mi sobrino Rafael, de repente escuchamos varios disparos cerca del teatro Venecia y luego los tres caímos al suelo heridos en las piernas;hoy solo estoy esperando recuperarme y salir del hospital para ir a pelear al lado de mi gobierno”.
Efraím Hernandez Pérez, otro de los heridos, manifestó que él se encontraba en la Avenida Bolívar y 20 calle a eso de la 8 de la noche. “Vi venir un avión y me tiré al suelo, mientras que la gente que corría despavorida decía que venía la invasión”, dijo.
Mensaje Presidencial
Ese día, Árbenz Guzmán, a través de la cadena de radiodifusión nacional, encabezada por TGW, leyó durante veintiocho minutos un discurso, en el cual dijo al pueblo guatemalteco: “Saldremos victoriosos en todos los terrenos”, en alusión a los últimos acontecimientos.
También ese día, Carlos Castillo Armas, apoyado por el gobierno de Estados Unidos, se preparaba para derrocar a Árbenz, pues aviones procedentes de Honduras y Nicaragua, de fabricación norteamericana, efectuaban vuelos de hostigamiento sobre la capital.
Árbenz dijo en su discurso: “Frente a mi mesa de trabajo tengo un manifiesto de las llamadas agrupaciones anticomunistas firmado en la ciudad de Guatemala el 20 de mayo recién pasado en el cual han declarado alzarse en rebelión contra el gobierno de Guatemala, más o menos, unos cuarenta conocidos e impenitentes conspiradores al servicio remunerado de la United Fruit Company”.
“En tal documento se ha dado en llamar a jefe supremo de un supuesto movimiento de liberación nacional, al architraidor Castillo Armas, quien comanda en realidad una heterogénea fuerza expedicionaria de la misma Frutera, tropa que bastante fatigada, se encuentra a unos cuantos kilómetros dentro del territorio nacional en jurisdicción de los departamentos de Chiquimula e Izabal”.
“Asimismo he leído el primer decreto de este jefe supremo, quien se ha constituido, por sí y ante sí como gobierno de Guatemala en el exilio”.
“Los documentos en cuestión desenmascaran de una vez por todas los propósitos verdaderos de la reacción anticomunista organizada. Se han quitado la careta por completo y han declarado por qué y contra qué han conspirado. Ahora resulta que los tenía descontentos no solamente la tan traída y llevada cuestión del “comunismo internacional”. Ahora ocurre que no son de su grado las leyes que ha decretado el organismo legislativo. Incluyendo claro está, la Ley de Reforma Agraria.
“Les es profundamente antipática la administración de justicia del actual organismo judicial y están sumamente descontentos de la actividad administrativa de todos los funcionarios y empleados públicos”.
“Ahora resulta que tampoco estaban de acuerdo con el régimen de libertades que conquistarnos el 20 de octubre; que se alzan por que fueron destituidos varios magistrados de la corte suprema de justicia, hace más de un año. Por sus acciones ilegales contra la reforma agraria y porque consideran que el ejército nacional de la revolución tiene relajada su dignidad. Ahora nos encontramos con que el magisterio nacional según ellos, es una cátedra de perversión de la juventud y en fin ponen en mi boca palabras que jamás he expresado y aseguran que el señor arzobispo ha “exhortado al pueblo para que se levante” así con esas palabras, para, que se levante: a combatir el comunista sí, con esa palabra “para que se levante” a combatir el comunismo. Todo eso aseveran ahora que se han desencaretado del todo”.
Conspiración
“Había, pues una conspiración y un vasto complot inspirado y financiado en el extranjero como la denunciamos”.
“Existía una red de conspiradores en el interior del país dirigida por expertos gangsters extranjeros es decir que nosotros teníamos razón y que en cambio no la tenía algunos periodistas nacionales que negaron y hasta hicieron mofa de la denuncia de tan criminales maquinaciones y conspiraciones”.
“La rebelión que decretaron en mayo los conspiradores, se ha consumado desde que principiaron a invadir el territorio nacional, los integrantes de la fuerza expedicionaria a que me he referido”.
Así lo informó con la mayor serenidad al pueblo de Guatemala.
“Pero tal movimiento no puede considerarse como una mera rebelión”.
“Es otra cosa. Se trata de una invasión armada de nuestro territorio, que han efectuado fuerzas reclutadas entre nicaragüenses somocistas, hondureños. cariístas, costarricenses calderonistas, dominicanos, trujillistas, aventureros cubanos, mercenarios de distinto pelaje unos cuantos guatemaltecos exilados. Tal es la composición de la fuerza expedicionaria pertrechada y armada en territorio de Honduras y Nicaragua”.
Alarde
“Estos grupos armados hicieron ostentación pública en Tegucigalpa antes de ser conducidos a la frontera guatemalteco hondureña”.
“A la vista de todo el mundo cargaron pertrechos militares en los aviones que condujeron a Copán desde el aeropuerto de Toncontín”.
“Andaban uniformados por las calles de Tegucigalpa. Afirmaban que las autoridades de Honduras nada tenían que ver con ellos. No se callaron siquiera que reciben 300 dólares mensuales de soldada y han cambiado los green-backs, vanidosamente, en distintas poblaciones hondureñas. Llegaron al extremo de abofetear en la vía pública a indefensos ciudadanos de Honduras”.
“Cuando el Gobierno do los Estados Unidos boicoteó todas las solicitudes de que vendiera armas norteamericanas a Guatemala, vimos con claridad sus objetivos. Por ello tuvimos qua recurrir a otros países para procurarnos los elementos de nuestra a defensa”.
“A nuestro lado está la historia y la razón del pueblo. Lo demás solo podría ser un incidente fronterizo, serenos y vigilantes, dispuestos a defender a toda costa nuestra querida Guatemala, esa es la consigna. Hoy más que nunca tenemos confianza en la unidad del pueblo en el ejercito nacional, en la victoria”, finalizó.
Árbenz renuncia
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En su discurso de despedida anunció la transcendental decisión de su renuncia al cargo así como los motivos que lo llevaron a tomar tal decisión.
Dijo que Guatemala estaba pasando por una prueba muy dura. Mencionó que aviadores norteamericanos y mercenarios de distintas nacionalidades habían desencadenado el fuego y muerte sobre el pueblo sin respetar nada, ni vidas inocentes.
“Todos sabemos cómo han bombardeado ciudades, inmolando mujeres, niños y ancianos así como han asesinado a los representantes de los trabajadores campesinos en las poblaciones que han ocupado especialmente en Bananera, en donde una expedición punitiva acabó con los representantes sindicales”, indicó.
Luego hizo ver que su gobierno había sido acusado de comunista y por más esfuerzos que había hecho, no pudo desvanecerse esa idea.
Mencionó que al tomar su determinación no pensó más que en el pueblo y que contribuiría a salvar mucho de lo que se había conquistado en los pasados años de la revolución. Hizo ver que la situación militar del país no era fácil ni mucho menos; que el enemigo que comandaba las bandas de mercenarios extranjeras reclutadas por Castillo Armas, no solo eran débiles, sino que incapaces y cobardes, como se había comprobado.
El 29 de junio 1954 la radio estatal TGW dio a conocer que Árbenz saldría hacia Argentina por la vía de San Salvador, luego de haber renunciado como presidente de Guatemala.