Robert Owen, uno de los promotores de ciertas luchas sociales, ya por 1810 decía que la calidad del trabajo de un obrero debería tener relación directa y proporcional con la calidad de vida del mismo, esa frase fue conocida hace más de 200 años y sigue vigente, con el único cambio de que ahora no deberíamos hablar de obreros.
Las fábricas se convirtieron en famiempresas, microempresas, pequeñas y grandes organizaciones.
Desafortunadamente, algunos directivos, amos y jefes empresariales, no hemos comprendido que los cambios ocurridos en el medio han impactado en todos los quehaceres sociales, políticos, económicos y por ende culturales de los trabajadores, pero mientras sigamos hablando de subordinados, retornaremos a la primera fase, la esclavitud, sin posibilidad de entender que la Revolución Industrial ya es historia y que estamos frente a otros agites económicos y nuevos modelos organizacionales.
En nuestras investigaciones, ya expresadas en otros artículos, hemos señalado que en promedio se trabaja a nivel ejecutivo entre 11 y 13 horas, con todo lo que implica para esos ejecutivos posibilitar una vida que incluya: familia, descanso y recreación; adicionalmente, los costos que esto conlleva de ausentismo y afectación de la salud. Los médicos reportan 75% de elevado estrés en los ejecutivos, lo que comprende una vida útil cada vez más corta, deteriorada y jubilaciones más tempranas.
Pero al otro lado de la banqueta tenemos experiencias supremamente interesantes, que no están siendo formuladas por los trabajadores; los artífices son empresarios que entienden el cambio como respuesta oportuna al conocimientoy evolución humana.
Han roto el paradigma de las 8 horas y han encontrado que la confianza permite flexibilizar los horarios de trabajo, con un enfoque contundente: resultados.
En la región tenemos empresas que:
1. Permiten a sus colaboradores cambiar sus horarios de entrada y salida, conservando sus ocho horas, pero pudiendo llegar desde la 5 am, de tal manera que a la 13 horas regresan a sus casas, y escalonan sus horarios hasta las 10 horas.
2. Ya existen organizaciones donde ocho horas dejaron de ser la medida exclusiva para evaluar al trabajador, hay días donde no se va a la oficina, se trabaja desde donde el colaborar desee, el enfoque son logros.
La mejor forma de saber cuántas horas en oficina producen mejores resultados es observar qué producen; más integración y alegría, menos rotación de personal, más efectividad (eficiencia y eficacia) y mayor productividad. Hasta la próxima.