“Esto no nos sorprende. El círculo se está cerrando lentamente. La lucha contra el terrorismo es dura y requiere determinación. Hay asesinos disfrazados de humanos delante y detrás de nosotros” , agregó en declaraciones a la prensa local, reproducidas por el diario H rriyet en su versión electrónica.
La explosión, que acabó con la vida de dos civiles y de un policía, ocurrió en una de las calles más concurridas de Midyat y causó graves daños materiales y un incendio.
Atentado en Estambul
Este ataque sucede un día después del atentado en Estambul que causó 11 muertos y más de 30 heridos, atribuido por el Gobierno también a la guerrilla kurda del ilegal Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) .
Según fuentes de la seguridad turca, citadas por CNNT rk y H rriyet, una camioneta con unos 500 kilos de explosivos intentó entrar en el recinto de la dirección de seguridad de Midyat, en el distrito de Mardin, cerca de la frontera con Siria.
La bomba detonó cuando la policía local abrió fuego contra el vehículo, lo que indicaría que era conducido por un terrorista suicida.
La explosión tuvo lugar un poco más de 24 horas después de un atentado con coche bomba que golpeó el barrio histórico de Vezneciler en Estambul, matando a 11 personas, seis de ellas policías.
Los explosivos disimulados en el interior de un vehículo que estaba aparcado fueron detonados a distancia al paso de un autobús de la policía antidisturbios.
El atentado que se produjo en hora punta durante el segundo día del mes del Ramadán, en este sector muy transitado de Estambul, dejó igualmente 36 heridos, tres de ellos en estado grave. El atentado no fue reivindicado, pero el presidente Recep Tayyip Erdogan atribuyó la responsabilidad a los combatientes kurdos del PKK.
El PKK retomó la lucha armada contra el poder central turco en el verano del 2015, después del fracaso de dos años de negociaciones de paz con Ankara. Desde entonces, se producen violentos combates en el sureste de Turquía.
Turquía afirmó que “neutralizó” a miles de rebeldes en el país y en el vecino Irak, donde el movimiento armado dispone de retaguardias en el norte. Varios centenares de miembros de la fuerzas turcas perdieron la vida en estos combates.
Turquía vive desde hace varios meses en estado de máxima alerta por una serie de ataques atribuidos al grupo yihadista Estado Islámico (EI) o relacionados con la reanudación del conflicto kurdo, que han provocado una caída del turismo.